La IA no es el problema. El problema es seguir haciendo presentaciones de 30 slides para decir algo que no pensamos ni tres minutos. Este artículo está hecho con prompts. Pero también con autocrítica. Que es algo que muchos departamentos de marketing y estrategia todavía no han activado.
¿De verdad vas a esperar al último minuto para aprender a usarla?
Nos encantan los memes sobre cómo la IA va a sustituir al creativo que solo pone frases bonitas sobre vídeos de archivo. Y nos reímos. Pero seguimos escribiendo frases bonitas sobre vídeos de archivo.
La industria habla de transformación, pero solo cuando no afecta al brief. La IA ya está aquí. No es una moda ni una amenaza. Es una herramienta que, bien usada, te obliga a tener criterio. Y mal usada… te delata. Lo peor no es que te sustituya. Lo peor es que te deje expuesto.
Este artículo lo escribí con IA. Lo cual no tiene ningún mérito.
La IA no escribe mejor que tú. Pero sí te pregunta mejor. No te da ideas mágicas. Pero sí pone en evidencia las que suenan bien… y no dicen nada. Aquí van algunos prompts que utilicé para escribir este artículo. No son ejemplos técnicos. Son ejemplos de cómo ponerle tensión al proceso. Porque si no hay tensión, no hay pensamiento.
PROMPT 1:
Escribe una apertura agresiva sobre el mal uso de la IA en creatividad.
RESPUESTA:
“La IA no te va a quitar el trabajo. Te va a quitar la excusa de que no tenías tiempo para pensar.”
MI COMENTARIO:
No la usé al pie de la letra. Pero me la tatuaría. Porque lo que más nos incomoda de esta herramienta es que desnuda nuestra falta de método.
PROMPT 2:
Dame frases con tono de ultimátum para planners que aún no usan IA.
RESPUESTA:
“Si no sabes usarla, no estás atrasado. Estás fuera.”
“No es cuestión de talento. Es cuestión de no vivir en 2018.”
“O aprendes a pensar con IA, o aprenderás a justificar por qué ya no te llaman.”
MI COMENTARIO:
La tercera me pareció un poco salvaje… pero real. Y lo real, en esta industria, ya empieza a sonar transgresor.
PROMPT 3:
Enumera señales de que estás usando la IA como excusa y no como herramienta.
RESPUESTA:
Solo la usas para ganar tiempo, no para ganar perspectiva.
Le pides ideas, pero no sabes qué problema estás resolviendo.
Esperas que te sorprenda, pero no te has sorprendido tú en años.
Crees que usar IA es innovador, aunque todo lo que produces suena a briefing de hace cinco campañas.
MI COMENTARIO:
Duele. Porque es verdad. La IA no te va a salvar del vacío estratégico. Solo lo va a dejar en evidencia más rápido.
No se trata de escribir con IA. Se trata de escribir con propósito.
Este artículo podría haberlo escrito yo solo. Pero habría sido menos claro. Menos incómodo. Menos honesto. Usé la IA no porque no sepa escribir, sino porque sé lo que quiero decir y quiero afilarlo. La IA no piensa por ti. Pero te obliga a pensar mejor. A ser más específico. Más directo. Menos adorno, más intención.
Como digo en el libro, “La IA no viene a quitarnos nada. Viene a quitarnos la excusa.” Si no has cerrado esta pestaña, enhorabuena. Eres de los que todavía se hacen preguntas. De los que no confunden oficio con repetición. De los que saben que lo urgente no siempre es lo importante. Este artículo forma parte del mismo impulso que me llevó a escribir Pensar mejor con IA. Un libro para estrategas, creativos, planners y cualquier persona que esté harta de parecer lista… y quiera volver a serlo.
No es un manual.
Es una brújula.
Y no responde por ti.
Pero te devuelve mejores preguntas.