La proliferación de todo tipo de datos, informes, declaraciones y noticias falsas que circulan en las redes sociales e internet en general, representa uno de los grandes problemas que aquejan hoy a la web.

Meses atrás, Facebook vivió duros momentos al ser criticada por la utilización de algoritmos que eventualmente priorizarían las noticias engañosas, al punto de haber influido en el resultado de las elecciones presidenciales de Estados Unidos de 2016 (de las que resultó ganador Donald Trump), así como los procesos políticos de otros países.

De no modificarse el escenario, se estima que Facebook podría perder 23 mil millones de dólares. La situación se complica más ante la disminución en las tasas de consumo digital, que señalan que el uso de la red social ya estaba cayendo desde niveles muy altos desde antes del escándalo, con un previsible impacto sobre proveedores de noticias y contenidos.

Ante este panorama amenazante, la red social emprendió una serie de acciones. Katie Harbath, jefa de políticas globales de Facebook, sostuvo que “ahora estamos más dispuestos que nunca a combatir las influencias negativas y asegurarnos de que nuestra plataforma sea una fuente incuestionable para el bienestar democrático”.

La semana pasada, la compañía anunció que solicitará a sus usuarios la calificación de las fuentes, con el objetivo de evitar las fake news que circulan en la red. “Al ser optimista de corazón, no estoy siendo ciego ante el daño que Internet puede hacer incluso en una democracia que funciona bien”, señaló Samidh Chakrabarti, Head of Civic Engagement.

El anuncio representa un importante giro en las políticas de la compañía, que busca trabajar más profundamente y fortalecer su compromiso cívico. En palabras de Chakrabarti, Facebook fue “demasiado lento para reconocer cómo los malos actores abusan de ella” y que, en ese sentido, trabajan diligentemente para neutralizar estos riesgos.

El objetivo es equilibrar la apertura y transparencia de la plataforma, que actualmente supera los 1800 millones de usuarios a nivel global. “Controlar este contenido a escala global es un problema de investigación actual, porque es difícil para las máquinas entender los matices culturales”, agregó, haciendo referencia a lo intrincado que puede ser localizar una fake new o contenidos que resulten intimidatorios políticamente.

Por último, Chakrabarti señaló que se están contratando más de 10 mil personas adicionales este año para trabajar en seguridad y protección.