Millones de fotos se sacan cada segundo, 48 horas de video se suben a Youtube cada minuto, dos punto cinco billones de humanos con smartphones están listos para registrar con sus cámaras lugares, personas, monumentos, playas, parques, plazas, lugares turísticos. Un registro efímero y abrumador que quedará en la memoria olvidada de una celular o en una nube de gigabytes que pasará y que no volveremos a ver.
Frente a un mar de información accesible desde una oficina con aire acondicionado y conexión a Internet, investigadores, planners y creativos teorizan sobre el comportamiento humano para ejecutar sus estrategias, a veces desconectadas de la realidad.
La idea fue volver a la calle, subirse a un colectivo, sentarse en un café y olvidar el celular mientras se registra el entorno a través de los sentidos. El Ethno-Sketcher agudiza la vista y mientras profundiza en el detalle, le saca punta al lapiz y escucha conversaciones de otros gracias al silencio que hay en su mente mientras dibuja.
El EthnoSketching puede servirle a investigadores y planners, quienes más allá de la fría data quieran presentar una creación como parte de su estudio.