Un trampolín
Por Fernando Vega Olmos, Socio Fundador de Picnic.
Está bueno tener un trampolín si uno quiere saltar. Está bueno rebotar una y otra vez hasta sentir que uno va tomando confianza, poco a poco, con el impulso controlado hacia arriba, hacia el lugar que uno sueña con ir.
LatínSpots ha sido eso para las ideas latinas desde hace dos décadas. He visto a Santiago y su gente en los lugares más inverosímiles del planeta. Con su revista bajo el brazo, entrevistando a personajes inalcanzables, mostrándoles el contenido de la publicidad latina, haciéndoles detenerse en las distintas páginas de la revista, con una convicción digna de un loco. Es que se necesitan locos así para creer que la comunicación latina podía llegar a tener trascendencia mundial. Qué fácil parece hoy que ya la tiene, qué quimérico sonaba hace 20 años. En estos 20 años ganamos con Casares Grey el primer Oro del Festival de Cannes. Fundé con Hernán, Vega Olmos Ponce, agencia que se convirtió en un ícono mundial por su trabajo para Axe, culminado con aquél tan soñado Grand Prix de Integrated, el primero de la era moderna para nuestro país.
En estos 20 años, me mudé a Londres para liderar la creatividad de Lowe para Unilever a nivel mundial. Fundé Lola. Lideré la creatividad de J. Walter Thompson a nivel global. Fundé Picnic con Alex Pallette. Me re-inventé una y mil veces. Y ahí siempre estuvo Santi. Siempre, en la ciudad del mundo que fuera, como un soldado convencido de que el honor y la gloria para la publicidad latina era una batalla que valía la pena librar. Que se podía ganar. Y que se ganó.
Nadie discute hoy la calidad de nuestras ideas. Mucho de eso se lo debemos a Latin, a Santiago, Paz y a toda su gente.
Está bueno tener un trampolín.
A veces uno rebota y en lugar de saltar, vuela.