Figari: Somos una fábrica de juguetes
(08/05/08). El creativo al frente de la agencia de marketing directo Remo D6, proyecta su mirada sobre el mercado y define a su agencia como una casa de cultura `pop’ que hace lo que quiere. En esta nota, el secreto de la agencia que funciona “como una fábrica de juguetes” y un repaso por algunas de las audaces producciones que la hicieron brillar en el mercado español.
Gonzalo Figari es peruano, trabajó en distintas agencias de Chile como Y&R, Ogilvy y Wunderman, donde le ofrecieron la Dirección Creativa de Latinoamérica, con base en Argentina.
Más tarde llegó a España como Director Creativo de CP Comunicación y trabajó en distintas agencias hasta que se incorporó a Red Remo, donde fundó junto a otros socios, Remo D6, la agencia de marketing directo que hoy preside y donde recientemente inauguró la subdivisión de Eventos, hoy “su pata más segura”.
En la última edición del festival uruguayo de publicidad, Desachate; Figari, dejó claro el perfil innovador de su agencia y lo confirmó con la exposición de alguna de sus campañas.
Entre sus trabajos, destacó los realizados para Calle 13, uno de los clientes más antiguos con el que trabajó hasta este año.
A continuación, su pensamiento:
“Como lo que hacemos no es sólo ‘Below’ ni ‘Above’, ahora nos llamamos ‘la agencia que hace las cosas diferentes’. Y es que a diferencia de muchos, para nosotros el cliente más importante de la agencia es la agencia misma y es a quien le damos las mejores ideas que tenemos, porque –obviamente- si nos mostramos mucho más atractivos, tendremos más novias”.
“Somos una agencia de culto. En Remo D6 tenemos un concepto muy claro que es ‘Pop versus Top’. Dentro de ese binomio nos definimos como una agencia ‘Pop’ porque creemos que lo ‘popular’ es sinónimo de cultura y somos una agencia que gana con el lenguaje de la calle. No nos interesa el metalenguaje del mensaje publicitario psicoanalista. Siempre preferimos y elegimos el lenguaje Pop”.
Recién casados
“Antes éramos conocidos como una agencia de marketing directo, pero decidimos montar el departamento de eventos porque creemos que debemos ser capaces de hacer todo lo que vendemos.
Para promocionar la nueva división, invitamos a los clientes de la agencia y a los periodistas a una boda que hicimos con un sacerdote, en donde se casaron el Canapé y el Sobre. Así, unimos el mundo de los eventos y el del marketing directo. Luego terminamos la acción enviando a los invitados las fotos de la luna de miel y tuvimos una gran aceptación”
Con este proyecto nos va muy bien porque una agencia exclusiva de eventos hace un trabajo ‘y adiós’, no vuelve a ver a sus clientes. Este caso es distinto porque nosotros seguimos de cerca el trabajo de nuestras cuentas y no paramos de recibir clientes. Yo diría que es la pata efectiva de la agencia, la más segura”.
Una caja de fósforos y un anuncio clasificado
“Calle 13 era uno de nuestros clientes más antiguos, con el que trabajamos hasta este año. Nos dio mucha pena dejarlos, pero su gente cambió y el proyecto ya no es el mismo. De todas maneras, durante el tiempo que estuvimos juntos, realizamos trabajos maravillosos.
Se trata de un canal de terror que es interesante no por sus películas en particular, -no tiene películas nuevas-, sino por los ciclos de películas antiguas que presenta los días 13.
Para ellos creamos un programa de envíos a una base de datos compuesta por periodistas, gente famosa -como Pedro Almodovar y otros directores- y anunciantes.
Con este cliente volví a comprobar que es maravilloso tener un equipo de producción que funciona realmente como una fábrica de juguetes, que produce campañas sensacionales y hace que su trabajo sea divertido.
Para promocionar el Ciclo de espías, por ejemplo, enviamos una caja de fósforos pequeña que decía escrito a mano: “Diario El País; 11, 12 y 13 de junio; anuncios clasificados, sección 803” y cuando ibas al periódico esos días, te encontrabas con un mensaje que decía: “Si has llegado hasta aquí, eres uno de los nuestros. Estás preparado para ver el ‘Ciclo de espías’ en Calle 13” y venía toda la programación. Fue una caja de fósforos y un anuncio clasificado, nada más. O sea, el valor es la idea y no el costo de la idea.
Para el ciclo de los “Los policías corruptos” en que los policías no son los buenos, sino los malos, creamos una marca de galletas que se llama “Los patrullitas” que vienen con un cuchillo con mermelada y mantequilla para que los untes y su slogan dice ‘Si me das mantequilla y mermelada, yo no he visto nada’ y a continuación seguía un anuncio de la programación”.
“Es interesante que en Europa hoy haya más espacio para la audacia en este tipo de acciones que en la televisión”.
El anunciante español
“El anunciante español es un señor que ya no tiene agencias de su confianza, sino creativos puntuales en los que confía y centralizan sus trabajos. Ya no quiere una agencia de marketing directo, otra de publicidad y otra digital… no quieren ni pueden pagarlas. Ya nadie quiere un montón de agencias, España es cara y ahora atraviesa por un período de cierta recesión”
“Hay clientes que nos dicen: ‘Este mes no tengo dinero, necesito una súper idea sin dinero’. Ahí entra en juego nuestra creatividad, la fábrica de juguetes vuelve a producir y todo vuelve a comenzar”.
Hacia donde va el mercado
“Creo que el mundo es del 2.0, donde la gente decide y hace lo que quiere. Este es un fenómeno que ya no podemos dirigir, por lo tanto sólo nos queda poner las velas para ver hacia donde va el viento que dirigen los usuarios, hoy productores del contenido que consumen”.