El frijolazo es ese instante en que un frijol se queda entre los dientes. Lo que para algunos podría parecer un descuido, algo que daría pena o ganas de ocultar, para nosotros es todo lo contrario: es la alegría que nos produce el sabor de la comida mexicana. Un gesto que, lejos de ser negativo, se convierte en un homenaje a nuestra gastronomía, a lo mucho que disfrutamos de ella y al orgullo de ser mexicanos.
En estas fechas patrias, Frijoles La Sierra no son solo un platillo en la mesa: son parte de nuestra cultura, de la memoria de la cocina mexicana, de lo que compartimos con quienes queremos, de aquello que nos hace sentir profundamente orgullosos y, por supuesto, de la celebración.
Jorge Méndez, CEO & Chief Creative Officer, comentó: “Nos gusta pensar que la mexicanidad está en las pequeñas cosas, en los detalles que hacen nuestra vida más alegre y auténtica. Un frijolazo es un testimonio de felicidad y orgullo. Ese es el corazón de la campaña: mostrar lo que somos sin filtros, con sabor a lo nuestro. Ese es el tipo de publicidad que nos encanta porque es honesta y no pretende nada más que divertir y conectar con la gente”.
Por su parte, Armando Castelán, Director General Creativo, señaló: “Con esta campaña queremos recordar que el orgullo mexicano también se disfruta. El frijol es parte esencial de nuestra cultura y de nuestra vida, y en estas fechas se vuelve aún más especial. Por eso Frijoles La Sierra es mucho más que un alimento: es identidad, es tradición y es motivo de celebración”.
Finalmente, Zuriel Linares, Head of Art, añadió: “Visualmente quisimos capturar la naturalidad de un momento real, sin poses. El frijolazo es una sonrisa sincera, que se siente cercana, espontánea y profundamente mexicana. La campaña busca que cualquiera que la vea se reconozca en esa expresión de orgullo y alegría”.
Campañas - México
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