La estrategia de la campaña apunta a generar un impacto tanto visual como cognitivo, usando piezas creativas que establecen una conexión directa entre los atractivos sabores de los vapes y las consecuencias físicas de su consumo. El concepto creativo es contundente: frutas, que representan los sabores más vendidos de los cigarrillos electrónicos, son ilustradas en forma de pulmones comprometidos.

“Hoy, uno de cada nueve adolescentes brasileños usa cigarrillo electrónico. El sabor es el factor que más seduce a estos jóvenes. Por eso, nuestro mensaje debía ser claro, fuerte e imposible de ignorar”, afirma Rodrigo Cardoso, director de arte de la campaña.

“La comunicación tiene un papel esencial para concientizar a la población sobre los riesgos del cigarrillo electrónico. Debemos proteger, sobre todo, a nuestra juventud, que muchas veces es llevada a creer que el vapeo no trae consecuencias. Con esta campaña, reforzamos el compromiso del Gobierno del Estado de usar la información como herramienta de prevención, cuidado y protección de la salud pública”, resalta Igor Marques, secretario de Estado de Comunicación Social y Publicidad.

La campaña se está difundiendo en impresos y mobiliario urbano por toda la ciudad de Río de Janeiro.