Greenpeace contra las lámparas
(14/03/08). La organización ambientalista reconoció la iniciativa del gobierno argentino de prohibir las lámparas incandescentes. Asimismo, remarcó que es factible esa prohibición para el 2010. Las razones de la medida son el mejor rendimiento energético de las lámparas de bajo consumo y la reducción de gases que afectan el clima.
Greenpeace considera altamente positivo el proyecto presentado hoy por la presidenta de la Nación, Cristina Fernández de Kirchner, que establece la prohibición de la comercialización de las lámparas incandescentes a partir del 1º de enero de 2011.
De ser aprobada la ley por el Congreso Nacional, Argentina se sumaría al creciente grupo de países que han puesto fecha límite para la comercialización de dichas lámparas.
“Nos parece muy positivo que el Gobierno Nacional adopte esta decisión ya que está en la misma dirección de nuestra campaña para lograr la eliminación de las bombitas” señaló Rosario Espina, Coordinadora de la Campaña contra el Cambio Climático, “sin embargo, entendemos que la eliminación puede hacerse más rápido, el fin de la comercialización debería ser a partir del 1º de enero de 2010”.
El proyecto que el Poder Ejecutivo envió al Congreso Nacional establece que a partir del 1 de enero de 2011 se prohíbe “la importación, producción y comercialización de lámparas incandescentes de uso residencial general en todo el territorio de la República Argentina”, y dispone mecanismos para que las empresas puedan contar con facilidades al momento de importar insumos para la producción de las lámparas debajo consumo.
“Para Greenpeace es una muy buena noticia, el Congreso Nacional deberá ahora analizar una iniciativa que va en la dirección correcta. Con este proyecto el Poder Ejecutivo incentiva a diputados y senadores a aprobar una medida que no debe postergarse más” explicó Juan Carlos Villalonga, Director Político de Greenpeace Argentina.
Para impulsar el debate por la eliminación de las “bombitas”, Greenpeace instaló recientemente un símbolo con el logo de la prohibición de las lámparas incandescentes frente al Congreso Nacional. “Para fundamentar el reclamo, hace pocos días documentamos el retroceso de los glaciares en el sur del país debido al calentamiento global” agregó Rosario Espina, “un modo rápido y efectivo de combatir el cambio climático es implementar medidas de eficiencia energética; la eliminación de las incandescentes debe concretarse porque implica una reducción importante y rápida de emisiones de gases de efecto invernadero.”
Tal como afirma la organización ambientalista, en los fundamentos del proyecto presentado por el Gobierno Nacional se admite que “la experiencia internacional reconoce al uso eficiente de la energía como la medida más efectiva, a corto y mediano plazo, para lograr una significativa reducción de las emisiones de dióxido de carbono (CO2) y de otros gases de efecto invernadero”.
“El Cambio Climático nos obliga a actuar rápidamente y con contundencia, no tenemos demasiado tiempo, por eso reclamamos la prohibición de las lámparas incandescentes en forma urgente”, explicó Espina. “Las bombitas incandescentes son un despilfarro de energía y una contribución al calentamiento global, por la enorme cantidad de energía que utilizan”. (1)
Greenpeace propone alcanzar una reducción global de las emisiones de Gases de Efecto Invernadero del 50% para el año 2050 para lograr la estabilización climática durante este siglo. Esa reducción de emisiones debe comenzar rápidamente para que el máximo de la elevación de la temperatura global no supere los 2°C, ese pico de temperatura debería ocurrir antes del 2015 y comenzar a descender y estabilizarse durante el resto del siglo.
A nivel global, la organización reclama la continuidad del Protocolo de Kyoto y que se adopten severas medidas de reducción para el año 2020 en el mundo industrializado al mismo tiempo que la demanda creciente de energía en los países en desarrollo debe satisfacerse del modo más eficiente y adoptando las tecnologías más modernas, como es el caso de las tecnologías de iluminación de bajo consumo.