Creado internamente y producido a través de la productora Hungry Man, "Once Upon a Time in Scotland", nos lleva detrás de escena mientras Ford viaja a la casa de Glenmorangie en las Tierras Altas para descubrir la habilidad y la artesanía que se requieren para hacer cada botella de su whisky.
La película de 60 nos muestra a Ford antes del viaje mientras acepta su tarea, a pesar de tener problemas con el guión propuesto, antes de acomodarse en una cómoda silla junto a un fuego crepitante para disfrutar los frutos del trabajo de Glenmorangie.
A partir de allí, la campaña se convierte en una aventura episódica en la que Ford viaja a Escocia para disfrutar de la auténtica experiencia escocesa (desde familiarizarse con los matices de la pronunciación escocesa y la etiqueta del kilt hasta relacionarse con los lugareños tomando un trago de whisky de malta), todo ello filmado en un estilo poco convencional y deliberadamente "fuera de guion".
La campaña, que se desarrolla en 12 episodios separados, se filmó en las Tierras Altas del noreste de Escocia y capturó la belleza natural del área local, incluida la histórica destilería de Tain, donde se ha creado Glenmorangie durante más de 180 años, el castillo de Ardross del siglo XIX y los espectaculares paisajes que rodean Loch Glass.
Junto a Ford aparece el verdadero equipo de la destilería Glenmorangie, que vivió su primera experiencia como actor bajo la guía de una leyenda cinematográfica mundial.