Al inicio de la charla, Claudio destacó que hay gente que colecciona cosas, y otros, historia. “Yo colecciono cosas y Héctor colecciona momentos. Esos momentos increíbles, como la foto que ganó el Gran Ojo de Oro”, comentó.
A continuación, Claudio invitó a Héctor a contar su proceso de trabajo en el fotoperiodista y cómo una gran foto, hecha en el momento correcto, puede ser una poderosa herramienta de marketing. Y mencionó como ejemplo la foto que Héctor sacó de Messi para el Mundial de Futbol de Qatar, cuyo desperfecto en la iluminación transformó el registro en una imagen icónica e inmortal
“Fue en la sesión oficial para el Mundial de Qatar Me tocó hacer la Argentina Justamente cuando pasa Messi, una lámpara falla, algo que se resolvió en tres segundos. Sin embargo, gracias a esa descompostura yo logré tener el efecto de luz que quería porque tuve que ajustar en segundos, y eso me permitió tener justamente la foto que yo estaba pensando”, recordó Hector.
Para el fotoperiodista, una buena imagen debe tener una mezcla de previsibilidad y falta de control, y por lo tanto es fundamental estar preparado. “Si bien en una campaña de publicidad se pude tener el control, en el fotoperiodismo, la fotografía deportiva también es inexacta, de no ser pulcra, puede tener errores”, analizó.
Hector aclaró que el 80% de su trabajo está dedicado a la fotografía deportiva. Sin embargo, si le toca cubrir temáticas más editorializadas o que involucren temáticas sociales, la primicia de contar historia por medio de las imágenes sigue la mismoa: “Eso es lo importante: contar historias. Creo que por eso estamos aquí también como la publicidad, el contemporáneo, todo siempre se dedica a contar historias”, resumió.