Ya sean doradas, crujientes o blandas, las patatas fritas gustan en todo el mundo. Aunque cada cultura tiene su propia receta para este tesoro universal, ninguna discute la siguiente afirmación: las patatas fritas tienen que venir con salsa, y preferiblemente mucha.

Así lo indica un estudio mundial dirigido por Heinz, que reveló que nueve de cada diez (95%) personas de todo el mundo se niegan a comer patatas fritas sin salsa, o salsa sin patatas. La investigación también demostró que el 84% de los superfans de la salsa se sienten a menudo frustrados por no poder conseguir una porción decente de salsa como desean en una sola fritura.

Con el objetivo de acabar con esta frustración, la agencia Africa y Heinz Global idearon una solución innovadora: Spoon Friez, una patata con forma de cuchara con un diseño que permite coger fácilmente más ketchup o mayonesa Heinz que las patatas fritas normales.

La campaña de comunicación de la innovación culinaria se lanzó en el "Día Nacional de las Patatas Fritas", que se celebra el 13 de julio, en Estados Unidos; pero también está en marcha en Alemania, Reino Unido, España, Italia, Países Bajos, Francia, Emiratos Árabes Unidos, Arabia Saudí, Egipto, China y Japón.