El uso de la misma se propone con el apoyo y la ayuda de la Comunidad Emberá Quera, una comunidad indígena de la región norte de Panamá que, entre sus tradiciones, se destaca el uso de la Jagua por considerarse un fruto generoso, al que se le atribuyen numerosas propiedades curativas.
Los nativos extraen la tinta de la Jagua y pintan y adornas sus cuerpos, además de protegerse del sol y de los insectos, ya que funciona como repelente y protector solar.
La agencia fue a buscar la fruta con una Subaru Forester. De vuelta en la ciudad y con la ayuda de dos artistas que aprendieron la técnica de la comunidad, se le dio esa a los clientes. Esta protección solar dura dos semanas en la piel y luego desaparece.