El objetivo es construir un fuerte vínculo entre el vino y la cultura argentina; convertir a esta bebida en la embajadora de otros tesoros del país. A través de un código de identificación de una botella de vino, se desbloqueará un tesoro asociado a una región vitivinícola de la Argentina, entre los que se destacan materiales producidos exclusivamente por grandes íconos de nuestra cultura como la artista plástica Marta Minujín, la cocinera Narda Lepez, el historietista Ricardo Siri "Liniers" y el fotógrafo Marcos López, entre otros.