Invernizzi: Uniendo soledades creativas
(26/04/06). “El arte lo determina el alma y a la publicidad la determina el mercado, pero la energía y las neuronas son las mismas”. Tal definición sólo puede venir de una persona apasionada, no sólo por la publicidad sino en todos los aspectos de la vida. Ese tipo de persona es el uruguayo Claudio Invernizzi, socio fundador y director general creativo de la agencia IN y una de las figuras más relevantes del mercado publicitario uruguayo. En esta nota, un extracto de la imperdible entrevista publicada en LatinSpots 67.
En su vida hay un pasado de militancia que lo llevó a enfrentar un período de cuatro años como preso político, una prolífica trayectoria en Viceversa Euro RSCG que posicionó a la agencia como una de las más premiadas de la región, y un presente en el que las letras del día dedicadas a la publicidad y las de la noche a la literatura conviven en forma pacífica en sus neuronas.
Claudio Invernizzi, socio fundador y director general creativo de IN, llegó a la publicidad movido por “circunstancias como la falta de trabajo, el gesto de un amigo y la buena voluntad del dueño de una agencia”, luego de oscilar entre la literatura y el periodismo, escribiendo poesías y participando de la publicación del semanario Jaque. Y cuando decidió “que la publicidad era más honesta que el periodismo”, encontró una fuerte vocación que se tradujo en una rica carrera dentro del mercado uruguayo.
Su carrera comenzó en la agencia Nivel, a la que entró por la salida de Alfredo Guiria y en la que trabajó con Nacho González, dos figuras con las que volvería a relacionarse más tarde en su carrera. Luego participó en agencias como Capolino Estudio Publicitario, volvió a Nivel, pasó siete años en Viceversa, fundó la agencia Diciembre y se asoció a Grey, constituyendo Diciembre Grey. Un año después de la conformación de Diciembre Grey, Guiria y González lo convocaron para sumarse a la sociedad de Viceversa.
Fue allí donde su carrera fue más prolífica, llegando a conseguir numerosos premios, pero por sobre todo logros como manejar la cuenta mundial de Peugeot desde un país pequeño como Uruguay y exportar creatividad. Luego de todo ese éxito, un “profundo sustento ideológico” dio lugar a IN, la agencia que lleva las primeras dos letras de su nombre y que durante los últimos difíciles años que vivió Uruguay logró numerosos reconocimientos, incluyendo ser nombrada la mejor de ese país en El Ojo de Iberoamérica 2005 (él fue nombrado como Mejor Director Creativo de Uruguay en la edición 2004).
La entrevista:
-¿Cuál fue su objetivo profesional dentro de la publicidad y qué parte cree que pudo realizar?
-No creo haber tenido otro objetivo que el de trabajar. Nunca me propuse correr los 100 metros en 9,7 segundos. Simplemente salí a correr. Y fui hijo de circunstancias favorables: siempre me tocó estar donde hubo talento y perseverancia, cuando fui el más joven tuve al lado gente con más años de trabajo y más talento que me enderezó y cuando fui el de más años tuve al lado gente más joven que me nutrió de nuevos estímulos y expresiones de talento. Más no puedo pedir. Hace poco, un director, escritor y músico amigo (Casacuberta), me contó una maravilla que le había dicho un trompetista veterano: “vos siempre tratá de ser el peor de la banda”. Es genial, me di cuenta de que eso fue lo que me sucedió. Pensar eso me permitió y permite admirar el trabajo de los otros dentro y fuera de la agencia, dentro y fuera de la publicidad.
-Lo que más disfruto es encontrar grandes ideas. Lo que menos disfruto es no encontrarlas.
-¿Cómo definiría su concepto de creatividad?, ¿existe alguna característica que usted crea que deben tener sus trabajos o los de la agencia en general?
-Creo que hay dos caminos: uno tiene que ver con la ingeniería, el hilado paciente de varias ideas viejas para que resulten nuevas; el otro es aquel en el que se sabe la conclusión pero no el procedimiento, el que no necesita ser destripado para reconocerse como un acto creativo. Para mí el segundo es el más visceral y atractivo, pero no renuncio a ninguno. Creo que aunque se hayan ampliado los caminos de la creatividad aceptable, vivimos una época predecible. Se están tomando como nuevas cosas viejas y son cuestionadas como viejas cosas nuevas. El mercado debería ser menos soberbio y no precipitar juicios que hacen daño a los nuevos intentos. A veces, la creatividad cae en la trampa del conservadurismo y otras el exceso de información creativa al que estamos sometidos no nos permite decodificar adecuadamente. Vemos publicadas, premiadas y hasta glorificadas ideas que ya fueron vistas decenas de veces con un facing nuevo. Los festivales son un compendio de cultura propia. Vanguardizan procedimientos creativos que a su vez resultan vaciados por el propio mandato creativo del festival. Y esas tendencias muchas veces terminan matando la novedad, descuartizan el instinto y premian el establishment generado por los propios festivales y sus respectivos negocios. Nuestra agencia no tiene otra consigna que la búsqueda. La inteligencia de los accesos con una evolución creativa y de producción que genere un encuentro intenso con el público. En realidad, nada que no hagan otras agencias que busquen el buen trabajo.
La nota completa en LatinSpots 67.