Según el músico, el negocio del arte ha sido difícil y de gran alcance. Por otro lado, la industria del entretenimiento depende en gran medida de la participación de aglomeraciones en espectáculos, obras de teatro, espectáculos, y casi siempre exige la participación de muchas personas en los equipos que trabajan para que ocurran eventos y producciones.
“El negocio de la música en general sufre graves consecuencias de una cuarentena mundial sin precedentes como la que estamos experimentando. Por otro lado, la producción musical para innumerables vehículos, como publicidad, contenido cinematográfico y televisivo, por ejemplo, se ha visto facilitada en gran medida por la tecnología en los últimos años”, analizó.
Jair comentó que hoy es posible hacer muchas cosas con solo uno productor, creando y elaborando arreglos en la computadora de su hogar, con un equipo que es relativamente accesible hoy en día. “En este sentido, continuamos con nuestro equipo produciendo, solo en diferentes lugares (cada uno en su propia casa y ya no en los estudios de producción). Continuamos creando, organizando y grabando dentro de una posible "normalidad" profesional. Obviamente, tener que lidiar con los golpes físicos y emocionales que una situación inusual y sin precedentes como esta crea en el entorno de la oficina en el hogar para las personas”, finalizó.