Llevo poco más de 100 días como CEO de Grey Spain, una agencia con sus virtudes y sus defectos que pertenece a una red con 99 años, los mejores clientes del mundo y una trayectoria envidiable (110 leones y 3 Grand Prix en Cannes 2015, agencia del año en Euroeffie en 3 los últimos 4 años, entre los 50 empresas más innovadoras del mundo según Fast Company…).

La ambición es máxima: el nuevo Grey Spain tiene que convertirse en una referencia en el mercado español la próxima década. Escribirlo es fácil, conseguirlo en absoluto lo será, pero sabemos lo que tenemos que hacer y lo haremos.

Si Grey ha apostado por alguien de mi perfil es por algo. La comunicación de hoy se parece bastante poco a la de hace diez años y se parecerá aún menos a las de dentro de diez años, y las agencias deberían ser un espejo de ello. Es inevitable redefinir el modelo de agencia y nadie mejor que alguien joven, con experiencia y, sobre todo, a quien le va la vida en ello.

La propuesta de valor del nuevo Grey Spain está orientada a satisfacer las necesidades de hoy y de mañana de las marcas, no las de ayer. Es una agencia donde mandan las ideas, no las personas, y sus aliados son los contenidos, las innovaciones, la tecnología y los datos. Es una agencia que cuenta con todos los servicios bajo el mismo techo y que será capaz de cambiar rápido para seguir siendo competitiva en un contexto dinámico e hiper-competitivo. Para ello, hemos redefinido todo: estructura, procesos, perfiles profesionales y cultura corporativa.

Grey alberga equipos multidisciplinares ágiles que trabajan para solucionar los problemas de negocio del anunciante, aunando lo mejor de una agencia pequeña junto a lo mejor de una agencia grande.

Estamos promoviendo el talento emergente y complementando el equipo con profesionales destacados en áreas que serán críticas en los próximos años, como shopper marketing, innovación y tecnología, data&analytics, communications planning, etc. (Un claro ejemplo es mi primer fichaje: Jesús Melero, un estrategia de hoy y de mañana frente a los de las agencias de ayer).

Hemos roto con los vicios del pasado y estamos creando el mejor entorno de trabajo para generar ideas disruptivas y ejecutarlas con la máxima calidad, agilidad, flexibilidad y eficiencia, de forma que tengan un impacto claro en el negocio de nuestros clientes a corto, medio y largo plazo.

Para ello, apostamos por un proceso de trabajo colaborativo (incluso con el cliente), en el que las fases y las jerarquías no están tan definidas y donde todos se sienten libres para aportar valor en todo momento, reduciendo la dependencia de los ególatras que antes campaban a sus anchas en las agencias.

Llevo poco más de 100 días y los resultados no han tardado en verse. Si está leyendo ésto le ruego que siga nuestros pasos, Grey Spain es ya un nuevo Grey que dará mucho que hablar.