Aldo Ramírez, Chief Creative Officer; Ricardo Avilés, Chief Creative Officer; Carlos Correa, Chief Strategy Officer, de LePub Mexico City y Nicolás Álvarez Schiano, Tecate Sr. Brand Manager de Heineken México, fueron los protagonistas de la conferencia Jiu Jitsu publicitario, en la que agencia y cliente presentaron el back de una relación que los llevó a un gran éxito.
Los creativos sostuvieron que, de ambos lados, lo bueno es aprender a sentirse incómodos a la hora de generar una campaña, de buscar una nieva idea.
Asimismo, coincidieron en que es fácil caer en la creencia de que sabemos lo que el cliente quiere y presentar entonces aquellas ideas que sabemos que van funcionar. Y, sin embargo, advirtieron la necesidad de presentar cosas que “incomodan”, que representan un riesgo porque allí hay una oportunidad de crecimiento.
“Es muy fácil caer en objetivos simples, en pensar ya sé lo que mi cliente quiere y buscar alguna idea que vaya en esa línea. Sin embargo, para trascender hay que seguir presentando esas cosas que te incomodan, que generan incertidumbre porque por lo general de ahí surgen cosas buenas”, explicaron.
Para ejemplificarlo, mostraron uno de los trabajos más exitosos que realizaron juntos en el último tiempo. Se trata de Golfo de México, el bar que inauguraron en una embarcación justamente en la costa del citado punto geográfico al que, recientemente, el presidente norteamericano Donald Trump le cambió el nombre por Golfo de América. Incluso le pusieron un pin en Google para identificar el lugar como Golfo de México. “No era sencillo, pero fuimos con esa ideal al cliente, de hacer un bar en el medio del Golfo de México y pinearlo porque no estamos de acuerdo con que le cambien el nombre al lugar”, contaron. Luego, le contaron la idea al cliente y subieron la apuesta al llamar al producto directamente Golfo de México.
“La valentía es contagiosa”, advirtieron e insistieron con abrazar la incomodidad. Enfatizaron en que seguir la cultura del riesgo hace que uno pueda hacer un mejor trabajo. “Es bueno sentirnos incómodos”, sostuvieron. E insistieron en que el riesgo es lo que nos pone incómodos, pero también es lo que nos puede dejar probar cosas nuevas. “Esa cultura del riesgo nos hace cambiar, nos hace probar cosas nuevas, nos lleva a buscar y hace que se genere una relación mucho más transparente con las personas y, por supuesto con los clientes”, explicaron.