Ser jurado en Cannes es, sin duda, una experiencia que hay que tener en esta carrera. Sé que va a ser duro y desgastante, pero al igual que en todos los festivales donde he sido jurado, el aprendizaje es el mejor premio que uno se puede llevar de ahí. Creo que la experiencia que hemos adquirido durante los últimos 7 años en las decenas de reuniones regionales y globales que hemos tenido con la red Ogilvy & Mather, me van a servir para aportar mi grano de arena y realizar todos como jurado una buena selección, que hable del criterio y profesionalismo de un grupo de jurados.
Sobre los criterios, creo que hay tres puntos en particular a tener en cuenta. En primer lugar, que la pieza sea relevante para la marca, que le aporte y que cumpla con un objetivo específico. Por otro lado, que sea una idea sin referentes, que no se parezca a nada que ya se haya visto antes. Me gustan las ideas en las cuales ni el recurso ni la idea se parecen a nada. Ahora, si el recurso ya ha sido utilizado pero la idea es diferente, también está bien, pero prefiero que ni siquiera el recurso tenga un referente. Y la tercera, por supuesto, es que la idea sea excelente y genere un sentimiento, no importa cuál. Alegría, tristeza, indignación, sorpresa. Que me llegue al corazón, al cerebro y, sobre todo, al estómago.
En Direct es importante que la pieza, sea o no una acción masiva, llegue uno a uno a la persona. Más que un escopetazo a un grupo de personas a ver qué pasa, debe ser una acción dirigida a alguien en particular. Más que acciones de awareness, deben generar acción y una respuesta con resultados de alguna manera medibles.
Creo que muchas ideas de Colombia siempre han sido poderosas y de nivel global, pero muchas de ellas son débiles en amplificación y resultados. A veces cometemos el error de mandar las piezas sin la suficiente exposición, amplificación o búsqueda de nuevos medios y las ideas se quedan cortas, pero sin duda, al igual que otros años, tendremos buenas ideas para mostrarle al mundo.