Hace poco vi una campaña que hablaba de Chile y su creatividad, que inspiraba al mundo. Eso me hizo pensar en el importante patrimonio cultural que tenemos los chilenos y lo importante que es destacarlo. Finalmente existe ese dicho: “nadie es profeta en su tierra” y creo que debemos desterrarlo del ideario colectivo. 

Y hablo en nombre de las nuevas generaciones de creativos, no como un líder de ellos ni mucho menos, sino como parte del ecosistema de profesionales que trabajamos con ideas disruptivas y que venimos con otra mentalidad. Crecimos sabiendo el poder de figuras como Pablo Neruda, Gabriela Mistral o Nicanor Parra en la poesía y tenemos mucho más que ofrecer, como lo está haciendo en la música Javiera Mena o Patricio Guzmán en el cine. Son tantos los ejemplos donde el crear e idear de chilenos, está siendo recibido por el mundo entero y es valorado como fuente de creación. 

Llevándolo al ámbito de la publicidad y particularmente en el trabajo que desarrollamos en Benaprés & Lyon, recuerdo una campaña que hicimos de Doritos / Flaming Hot para PepsiCo. En palabras simples, marcamos una pauta con la primera campaña latinoamericana que se exporta a Europa. Confirmamos que ¡se puede exportar creatividad! 

Lo hicimos pensando para que funcione en varios países y esa es una de las claves de los nuevos creativos (y también de los old school que ya pensaban en el futuro). Creamos la campaña "Doritos Flamin Hot" que resultó muy exitosa y con gran valoración de la gente y se terminó exportando a 10 países del viejo continente. ¡Por primera vez en la historia de PepsiCo CASA, pasaba que la creatividad de Latinoamérica se exportaba a Europa y no al revés! 

Algo similar nos pasó con la Mini Serie de GM, también exportada, lo que confirma que el nivel de la creatividad chilena es valorada. 

Parte importante de la visibilidad creativa te lo da la globalización, al estar mucho más cerca de otros países para que vean tu trabajo. Quizás todavía nos falta como país un sello de creatividad, siendo que hay muy buenos creativos, pero vamos bien encaminados en lograr esa identidad. Debemos apuntar a que Chile, en su estilo de publicidad sea mundial.

Para que la creatividad sea de exportación, debemos lograr un mismo estándar con el mundo. Ahora con la mayor accesibilidad a software, que antes era limitado solo a las transnacionales o agencias globales, la cancha está más pareja. Hay mucha data disponible y se compite desde la equidad más que desde la igualdad. 

La tecnología nos ha permitido pararnos de igual a igual, con el uso de Brandwatch en Armada (https://armadagroup.ai), que es parte de nuestro brazo tech en la compañía. 

Confirmo y espero que cada vez más, cuando se hable de Chile, se haga con la C de creativos.