En 1994, cuando nació LatinSpots, ni siquiera era creativo. Todavía estaba a caballo entre mi carrera musical y la publicidad. De hecho, a finales del 93, publiqué mi quinto disco en España y, en paralelo, trabajaba en el departamento de cuentas de Contrapunto, en Madrid.

Descubrí LatinSpots algunos años después, ya como creativo en Remo. En esos días, en los que internet aún no servía para casi nada, los libros y los vídeos eran la única fuente que teníamos para encontrar referencias. Gracias a aquellos primeros DVDs de LatinSpots, empezamos a conocer la publicidad que se hacía en Latinoamérica.

Descubrimos que había otra manera de utilizar el humor y mezclarlo con la emoción. Los argentinos nos enseñaron que se podía sacar mucho más partido de las palabras y los brasileños de las imágenes. Y en general, aprendimos a ser más libres y más locos.

El negocio ha cambiado mucho en estos años, ahora es más complejo, pero también más apasionante, y El Ojo es una muy buena forma de seguir viendo trabajos interesantes en todos esos nuevos escenarios que han surgido con la explosión digital. Así que seguid así, chicos de Latin, que no falte nunca la inspiración.

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