Hernán Rebaldería, junto a los otros dos motociclistas, se ingenió para transformar una reunión institucional en un mix entre un viaje de ruta y un viaje de negocios.
Los clientes que acompañaron este viaje pronto demostraron ser indispensables. Comenzando con la petrolera Shell, y el kit de Tramontina en caso de tener que hacer una reparación de último momento. Bajo su traje de motociclista, la remera, los bóxers y las medias fueron de Pernambucanas. Además de las sábanas, mantas y almohadas para el camping. Desayunaban con Pilão Coffee y pan con Philadelphia. Al lado de la ruta comieron ensalada de atún en conserva y paté de Gomes da Costa. Tomaron Coca Cola, Nescay y Nutren. Se tomaron un descanso y comieron un Kit Kat en las cataratas de Iguazú. Y comieron chocolate Nestlé en varias etapas del viajo. Hicieron un asado al lado de un lago usando productos de Tramontina.
Mensajes, fotos y la planificación de ruta la hicieron con Windows Phone de Microsoft. El auto de soporte fue un Ford Focus y las ruedas fueron Bridgestone.
Se bañaron y quedaron prolijos con los productos de Avon y lavaron la ropa con Brilhante. Hicieron mate con Kenwood. Y gracias a Drogasil/Droga Raia como clientes, tenían un botiquín de primeros auxilios muy extenso, con productos de Needs y otros clientes de la agencia: Bayer (Redoxon, Supradyn, Bepantol) Johnson & Johnson (Tylenol, Benalet, Listerine) and Kimberly Clark.
Los tres hombres estaban seguros antes de salir que el viaje no se transformaría en un reality show de supervivencia. Usando productos brindados por los clientes de la agencia fueron capaces de demostrar que JWT tiene una cartera de clientes suficientemente variada y amplia para cubrir todas las necesidades de un día normal, o incluso el tipo de día anormal que experimentaron durante el viaje.
* El book project: "The Business Road Trip"