La campaña busca promocionar aquél amor original e inmodificable, como el que siente un hombre por su perro, o un consumidor por la hamburguesa de pollo de KFC. Para eso, el spot de 60 segundos revela el vínculo forjado entre el humano y el animal y cómo fue que el primero rescató al segundo de una obra en construcción.
"Es storytelling puro. Es sobre el amor que nunca cambia; un hombre, su perro y la Original Recipe Burger de KFC", explicó Derek Green, Director Creativo Ejecutivo de Ogilvy Sidney. Además de haber contado con Emmanuel Bougneres como Director de Arte, el comercial tuvo a Jason Wingrove como Director y a One20 como productora.
Y Green añadió: "Estamos orgullosos de los resultados. Esta campaña es un paso más en la plataforma "life should be Finger Lickin Good". Desde la alegría sin inhibiciones del pato Plucka en su patineta -campaña para la misma marca presentada a mediados de enero-, hasta el amor entre un hombre, su perro y KFC, todo está relacionado".
Por su parte, Nikki Lawson, Chief Marketing & Development Officer de KFC South Pacific, destacó que la hamburguesa tradicional de pollo es la joya de la corona de la marca. "Es sumamente exitosa, se mantiene con un nivel de popularidad muy alto y nunca cambió desde el día que fue lanzada", añadió.