La iniciativa representa una ruptura audaz con la identidad visual histórica de Stella Artois, creada hace más de un siglo, pero a la vez demuestra la capacidad de la marca para adaptarse a contextos culturales y estéticos específicos sin perder su esencia ni sofisticación. La dirección creativa estuvo a cargo de la agencia Gut Amsterdam y el estudio Jones Knowles Ritchie, quienes lograron un equilibrio entre respeto por el legado y modernidad visual.

Este movimiento también busca reforzar el posicionamiento aspiracional de Stella Artois, apoyado por la participación de embajadores como David Beckham y Maria Sharapova, figuras que simbolizan la fusión entre deporte, estilo y tradición. La edición limitada no solo se presenta como un homenaje al prestigioso torneo, sino como una muestra de relevancia contextual, donde la marca cede protagonismo para integrarse plenamente en el entorno de Wimbledon.

En palabras de Anselmo Ramos, presidente creativo de Gut, “solo nos ha llevado 145 años adaptarnos al tradicional código de vestimenta de Wimbledon. Nuestra nueva lata de Stella Artois está diseñada a la perfección según sus impecables estándares”.