Durante largos años de mi carrera profesional y pasión por la analítica digital, consideré a las métricas como un conjunto de números cuantitativos. KPIS que ayudaban a comprender si las campañas que abordábamos estaban alcanzando los objetivos que nos habíamos prometido. Un número redondo, o en porcentaje, que me indicaba si la audiencia target estaba siendo impactada lo suficiente o si tenía que cambiar la estrategia/presupuesto. Si la frecuencia era demasiado alta, si el costo era bajo, si las conversiones se realizaban, etc. Al target lo comprendía cómo un rango etáreo, de un NSE determinado y un género específico.

Fue recién cuando la investigación de mercado se cruzó en mi camino laboral, que comprendí que todo lo que entendía de métricas era sólo una parte del panorama. “Me estoy olvidando de la voz que hay detrás del click” fue mi primer momento ajá. Al analizar los reportes no tenía en cuenta la ilusión de ese consumidor por obtener ese producto al clickear en determinado anuncio, yo leía Click Through Rate. Ni el sentimiento con el que hacía un comentario o un like, yo leía Engagement Rate.

Yo no calculaba en mis métricas cómo esa persona se vinculaba cualitativamente con la marca. Las marcas que no comprenden a su público están condenadas a ser irrelevantes. Según el estudio What Consumers Think About Influencer Marketing, el 44% de los consumidores asegura que desconfía de los contenidos que no se sienten auténticos. Y varios estudios revelan que la confianza en la comunicación de los influencers se mantiene en crecimiento, sobre todo en las generaciones más jóvenes. Según el estudio The 2024 Influencer Marketing Report 40% de los GenZs confían aún más en los creadores de contenido de lo que lo hacían el año pasado.

Mi propio aprendizaje, me ha llevado al entendimiento, de que el análisis cuantitativo no es suficiente si no se cruza con la comprensión cualitativa de nuestra audiencia. Esto nos demuestra que no sólo se trata de impresiones o engagement, sino de establecer relaciones duraderas y auténticas con el público objetivo.

¿Es suficiente generar un like? ¿Cómo logro aumentar mi engagement de calidad? ¿Cómo logro que me guarden, que me compartan, que me comenten? ¿Qué nivel de influencia tienen los creadores de contenido que seleccionamos? ¿El retention rate que tuvo este contenido es un benchmark esperable para la comunidad de este perfil? Este tipo de preguntas y más son las que nos cuestionamos diariamente para cada cliente y campaña en particular.

Entendimos que para crear campañas exitosas, necesitamos una metodología que vaya más allá de las cifras y las métricas. La estrategia debe centrarse en comprender profundamente al público, en transformar datos en contenido relevante, y en encontrar la esencia de cada marca para que pueda conectar en un nivel más humano.

Así nace nuestra fórmula que combina datos, innovación tecnológica, investigación, creatividad y análisis estratégico para satisfacer las necesidades específicas de cada marca. Con un centro especializado en Data e Insights, transformamos los números en campañas creativas que captan la atención y, lo más importante, generamos conversaciones. Esta es mi sugerencia de mix de estrategia o como me gusta llamarlo, “the best strategy mix”:

1. Escuchar al público: Recolección de datos

Antes de definir una estrategia, nuestra prioridad es escuchar. El primer paso es identificar palabras clave que nos ayuden a seguir conversaciones en múltiples plataformas, desde TikTok y YouTube hasta Meta y X o Twitch, rastreando las conversaciones que revelan los deseos y necesidades de las personas. Con cada conversación que captamos, nos acercamos un poco más a comprender qué hace que una marca realmente destaque en la vida de las personas.

El TrendHunting- o caza de tendencias en español- es más que un análisis de tendencias; es una herramienta estratégica que permite anticipar cambios en el comportamiento y las expectativas del público, detectando los insights que pueden transformar el rumbo de una marca. No sólo se trata de observar lo que está en crecimiento, sino de entender el "por qué" detrás de cada tendencia y cómo estos cambios impactan a nivel emocional y cultural en las audiencias.

2. Organizar el caos: Clasificación de datos

Los datos por sí solos no dicen mucho; necesitan una estructura. Acudimos a nuestras herramientas integradas con AI para limpiar y filtrar la información. Este es uno de los procesos al que le dedicamos mayor cantidad de tiempo, cada categoría y etiqueta representa un lugar de interés que nos muestra dónde y cómo explorar. Con esta segmentación no solo ordenamos el caos, si no que también nos permite conectar información y revelar patrones que no se encuentran a simple vista.

Algo similar a bucear un iceberg. Poco nos importa la superficie si no terminamos de entender que tres cuartos de la información se encuentra a oscuras. Con el cross-data analysis (análisis de datos cruzados), obtenemos una visión detallada de los intereses, comportamientos y conexiones que existen entre el público y las marcas, esto nos ayuda a ver qué es lo más destacable para la

audiencia y cómo podemos utilizarlo para guiar la estrategia. Con el consumidor en el centro y el foco de ser relevantes.

3. Leer la esencia: Análisis profundo Aquí es donde las cifras dejan de ser solo números y se convierten en oportunidades.

Ya no solo tenemos datos y patrones; tenemos el terreno allanado para entender la verdadera esencia de lo que motiva a nuestra audiencia. Buscamos aquellos puntos de contacto entre la marca y sus consumidores, nos adentramos en sus necesidades y deseos, descubriendo formas en que la marca puede crear un impacto relevante y auténtico. Y así es como logramos llegar a uno de los momentos más importantes, el que llamamos “momento AJÁ” . La develación del insight o de los descubrimientos, el puntapié para nuestras estrategias. Es la información más relevante, la que nos permite diseñar campañas alineadas con las expectativas, valores de la audiencia y de nuestros clientes.

4. Cuando la data se convierte en estrategia: Visualización de resultados

El último paso es mostrarles a los clientes los resultados que obtuvimos, transformando cada hallazgo en una historia visual que habla por sí sola. Creamos Presentaciones, storytellings personalizados y Dashboards que muestran cómo cada dato se traduce en oportunidades concretas para la marca. Esta visualización, es nuestra forma de ofrecerles, la historia acerca de nuestro recorrido de análisis. Queremos que nuestros clientes no sólo entiendan la estrategia, sino que también vean cómo cada paso los acerca de manera orgánica a su audiencia.

En un medio tan dinámico como el marketing de influencers, donde las expectativas de las audiencias evolucionan a diario, no basta visualizar la marca con números, sino también en la capacidad para generar conversaciones de forma orgánica. Nuestra misión no acaba en obtener datos para las marcas, sino proporcionarles una guía estratégica que logra reflejar la autenticidad en cada interacción. The Best Strategy Mix es nuestra respuesta a este desafío: un enfoque que combina análisis de datos, creatividad y una comprensión profunda de los consumidores, convierte cada insight en una oportunidad y cada dato en una pieza esencial para entender a las audiencias. Porque al final, la estrategia que deja huella es aquella que construye el camino hacia una conexión duradera con su público.