Gracias a la fotografía fue posible obtener imágenes históricas relevantes. En el inicio del siglo 20, por ejemplo, fue posible obtener registros de desastres naturales, como el terremoto en San Francisco, en 1906, o las primeras denuncias de trabajos infantiles, realizados por el fotógrafo y sociólogo Lews Hine. Fue por medio de la fotografía que se pudo conocer las trincheras de la Primera Guerra Mundial (1914-1918) y la emblemática “El beso”, de Robert Doisneau (Gentilly, 1912 - París, 1994), en que dos amantes representaban la esperanza de futuro de los jóvenes en una Europa traumatizada tras la Segunda Guerra Mundial Guerra (1939 - 1945). Años después, la icónica fotografía fue protagonista de la campaña para los Juegos Olímpicos 2012 de París.
Doisneau y la fotografía formaron una larga relación. Autodidacta, aprendió fotografía leyendo las instrucciones de las cajas de emulsiones para revelar. En 1939 se alistó en la resistencia francesa y sus fotografías sobre la ocupación y liberación de París dieron la vuelta al mundo. Terminada la guerra, trabaja junto con Cartier-Bresson y Capa. Se integra luego de por vida en la agencia de Charles Rado, Rapho. Fue un pionero en el arte de fotografiar a los personajes en sus lugares cotidianos: Giacometti, Sartre, Camus, Cocteau, Orson Welles, Juliette Gréco "Mi foto es la del mundo tal como deseo que sea".
En el caso de la publicidad, es imposible concebirla sin la fotografía. Si la publicidad sirve para dar a conocer un producto y lograr crear una necesidad en el consumidor, buenas imágenes hacen que las publicidades se nos queden grabadas, nos hacen reflexionar, nos despiertan sentimientos. La fotografía necesita tener un componente altamente llamativo para la parte impresa, y a la vez, generar mayor contenido en el marketing digital (las personas comparten más algo con contenido visual). Es un tipo de fotografía no debe tener fronteras; todo el mundo, sea de la cultura que sea, ha de entenderla.
Con el surgimiento de las cámaras digitales y sobre todo con la popularización de la fotografía a través de los teléfonos móviles, cualquier persona puede ser testigo de un instante, captarlo y trasladarlo a los demás a través de una foto.
Desde luego, la fotografía ha cambiado mucho con las nuevas tecnologías, pero el trasfondo permanece invariable. Se trata de que la fotografía tiene el poder de contar historias, inspirar al espectador y lo que es más importante, el poder de cambiar el mundo.
Celebrar el 19 de agosto como el Día Mundial de la Fotografía es una iniciativa del fotógrafo australiano Korske Ara, que ha ido aumentando su difusión e importancia, de forma que ahora se celebra en todo el mundo. Desde 2007, a instancias de este fotógrafo se organizaba un concurso de fotografía donde podía participar cualquier persona y cuya recaudación se destinaba a organizaciones para la atención médica de la infancia.
FOTO: El beso, de Robert Doisneau.