¿Te has parado a pensar que las empresas tienen una relación muy íntima contigo, casi como un matrimonio? A partir de tus datos, saben lo que te gusta, lo que te gusta, a dónde vas, los libros que te gustan, la música que escuchas. Ni siquiera las personas más cercanas tienen tanta información sobre ti...

Los aparatos te conocen como nadie: tus ojos, a través del reconocimiento de la retina. Su voz, con asistentes personales que reconocen su timbre. Su tacto, a partir del reconocimiento de su huella dactilar. La gente tiene esta "relación" con la tecnología y con las empresas. Pero muchos de ellos ni siquiera saben que están compartiendo sus datos más íntimos con el mundo.

Internet de las Personas (https://internetdaspessoas.com.br/), una iniciativa centrada en la educación digital, lanza la campaña "El día que dijiste sí" con el objetivo de concienciar a los consumidores de que los datos personales les pertenecen, y de que entendiendo la dinámica interna de Internet podemos crear barreras de captación y uso, ganando autonomía y seguridad sobre nuestra vida digital.

"La iniciativa nació para educar y concienciar sobre los mecanismos que hay detrás de las pantallas y su influencia en nuestras decisiones. Ayudar a las personas a conquistar la seguridad y la autonomía a través del conocimiento y la reflexión crítica. Como la reducción de daños: la propuesta no es dejar de hacer, sino hacerlo sabiendo dónde se pisa. Porque, sin educación y regulación digital, lo único que nos queda es el alarmismo", destaca Paula Martini, fundadora de Internet of People.

La película desemboca en una historia de amor en la que uno de los amantes se declara al otro diciendo que nunca ha olvidado el día en que recibió el "sí" y empezó a compartir toda su vida, sus sueños, la comida que más le gusta, los viajes, la música (incluso la que oculta a los demás que le gusta), la forma de correr por la mañana. Románticamente le dice que conoce todas las marcas de su cara, su delicada voz, todos sus gustos y le da las gracias. Gracias por decir que sí. En el momento del agradecimiento llega el mensaje que nadie quiere escuchar. El "sí" que diste no es por esa relación amorosa sino por la invasión de la privacidad, por el momento en que liberas toda tu información y no sabes para qué tipo de uso.

Paula termina diciendo: "La información es poder. Y quien tiene información sobre nosotros tiene poder sobre nosotros. Para cambiar nuestra relación personal con la tecnología, tenemos que entender Internet desde su dinámica interna: mucho más que desactivar las notificaciones o borrar los perfiles. Preservar la ignorancia del usuario sobre un modelo de negocio basado en la venta de atención es fundamental para sostener el llamado capitalismo de la vigilancia, donde el producto somos nosotros. En esta búsqueda constante de pertenencia y comodidad, se pierde nuestra preocupación por la privacidad