La palabra del nuevo jinete de Cinetauro
(07/11/07). A pocos días de la incorporación de Pablo Caballero a la productora Cinetauro, el director cuenta -en una entrevista exclusiva con LatinSpots.com- el por qué de la vuelta al país, sus proyectos, deseos y su mirada -experta y cosmopolita- sobre la actual industria audiovisual argentina.
Caballero volvió al país y ya se montó a Cinetauro, el móvil perfecto para vivir una nueva aventura cinematográfica.
Provisto de una gran experiencia armada con más de 700 comerciales filmados y diez años de trabajo desde su productora en Colombia para el mercado latinoamericano, el director recientemente llegado a Argentina ya generó "Sensaciones" (de la mano de Publicis Grafitti para Whirlpool) y se prepara para seguir dando batalla en su país natal.
¿Por qué decidió volver al país e incorporarse a Cinetauro?
-Después de trabajar tanto tiempo afuera y vivir experiencias que me enseñaron mucho, me faltaba volver y seguir aprendiendo del mercado que me dio la posibilidad de dirigir.
Con Cinetauro hay una relación en la cual se mezcla lo afectivo y lo profesional, así que no me fue difícil aceptar una propuesta de trabajo.
A esto se suma que Buenos Aires siempre está dando vueltas, es una ciudad llena de cosas que son difíciles de olvidar. Además, me gusta mucho trabajar en lugares en los cuales me divierto mientras filmo y Cinetauro es uno de ellos.
¿Qué es lo que le dejó su experiencia en el exterior?
-Me dejo mucho, pero lo mejor es lo que me sigue dejando. Hablo –primero- desde una óptica muy personal: mi mujer y mi hijo son colombianos y, además, conocer y trabajar en ciudades latinoamericanas me llenó de imágenes que constantemente estoy volcando en mi trabajo. Son experiencias que no quiero dejar de vivir.
Pero lo mejor sigue siendo haber conocido personas que me enseñaron mucho a vivir, y no hablo específicamente de los grupos de pertenencia sino de las personas que habitan los rincones de Latinoamérica. Es una realidad que muchas veces se deja de lado al hacer comunicación.
Desde el lado profesional, fue -y es- enfrentarse a todo tipo de situaciones y de presupuestos, lo que hizo de cada proyecto un desafío.
La forma de comunicar de cada país es consecuencia de circunstancias más complejas que las del aspecto creativo. Hay que tener en cuenta el nivel político, económico y cultural que afecta el trabajo de agencias y productoras. Esto obliga una adaptación en todos los frentes: técnico, narrativo, en la renovación de los estilos y en la optimización de recursos.
Yo creo que cada comercial por sí mismo tiene su propio estilo; estilo que hay que seguir, independientemente de modas o tendencias audiovisuales para que el trabajo -que es de todo un equipo- sea coherente.
¿Cuáles son sus objetivos para el año que viene?
-Voy a seguir filmando en Buenos Aires. Con Miranda Lobo tenemos cinco o seis proyectos para 2008 en Argentina.
También, seguir con los compromisos que inicié en México. Quiero responderle a las personas que me están apoyando allá, tanto a mi socio como a las agencias que me han dado la posibilidad de entrar en el mercado.
Hice muy buenos amigos y quiero quedarme una temporada larga en ese país. También, darle prioridad a un estilo de vida que me permita hacer lo que más me gusta que es filmar.
Hay muchos proyectos en curso, varios que están para arrancar en el 2008 y otros para seguir con la productora en Colombia, que está generando cambios importantes.
¿Cómo ve la industria audiovisual argentina?
-La veo muy completa. Creo que la más afectada en cuanto a resultados es la de la televisión. No me gusta para nada lo que hay al aire en el prime time, muy banal. Pero si de comerciales hablamos, la actitud camaleónica del medio es increíble. Supieron cambiar y aplicar lo que mejor saben hacer que son buenas ideas en tiempos difíciles, ubicando a la agencias en una posición de privilegio y respondiendo a los clientes de con resultados muy satisfactorios.