El objetivo de la acción es doble: animar a los menores que sufren abusos sexuales a pedir ayudar y concienciar a los adultos de que la violencia sexual contra los niños es algo más habitual de lo que habitualmente se cree. Recientes estudios aseguran que uno de cada cinco niños han sufrido algún tipo de abuso sexual, aunque la mayoría de los casos no se denuncian.