Tras tener la confirmación de su cargo, la semana pasada, Puenzo declaró en distintos medios que pretende hacer una auditoría en el Instituto y organizar las leyes relativas al sector. Y aunque sea consciente de las dificultades de gestionar un instituto cultura en un país donde hay hambre, Puenzo tiene el objetivo de transformar el audiovisual en una de las tres mayores industrias del país.
En la opinión de Puenzo, el cine argentino es una importante tarjeta de visita en el mundo, pero todavía puede dar más. “Puede ser una de las tres, cuatro o cinco industrias principales del país, importadoras de dinero, exportadoras de cultura. Hoy estamos produciendo tres o cuatro series anuales; México, 35, y España, 70. Podríamos multiplicar ese número”, dijo, en entrevista al diario La Nación.
La elección de Puenzo para el cargo, si no fue un consenso, estuvo cerca. El también Director de “Gringo Viejo” (1989), “La peste” (1991) y “La Puta y la Ballena” (2003) estuvo en una cálida reunión con el Presidente de Argentina, Alberto Fernández, juntamente con el Ministro de la Cultura, Tristán Bauer, en la cual se confirmó su nombre para el cargo.
Como una de las voces más críticas de la gestión de Mauricio Macri en los últimos años, por causa de la crisis del fomento al cine nacional, Puenzo asume con la misión de estabilizar el sector juntamente con el Vicepresidente de INCAA, Nicolás Batlle.
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