Hace casi tres años, este ganador de múltiples premios internacionales y autor de inolvidables comerciales como "Sombra" para Aerolíneas Argentinas y "Gueropa", "Jesucristo" y "Autopistas del Sur" para Renault, se embarcó junto a sus colegas y amigos, Pablo Stricker y Pablo Colonnese en un viaje que no sólo lo llevaría del otro lado del océano, sino también a vivir la experiencia de trabajar en uno de los mercados de mayor movimiento en la región: España.
Hasta allí llegó Raposo, con una mochila cargada de éxitos y una carrera en publicidad envidiada por muchos. Con sólo pensar que los creativos cuentan con la experiencia de haber trabajado en Agulla & Baccetti, que fueron los artífices de la transformación de JWT Argentina o que fueron los protagonistas de un nuevo modelo de agencia como fue El Hotel, basta para darnos cuenta que su aterrizaje en McCann Erickson Iberia, a principios de 2008, no podía pasar desapercibido, como ya está sucediendo hoy. Con trabajos realizados para Coca Cola España -como Encuentro, el comercial más premiado de España en 2009-, Metro de Madrid, Pontofrío y la marca "España" para el mundo,
Raposo y Mccann Erickson se ubican en lo más alto del país y de la región, resultando en El Ojo 2009 la quinta mejor de la región y la Mejor Agencia de España y también la Mejor de su país en la última edición de Cannes y en la quinta posición del LatinSpots Ranking 2009 de las agencias más premiadas de Iberoamérica.
Así, el creativo sigue con su mirada firme en las historias, en los mensajes importantes y en frases e imágenes que van directo al corazón del público. Y así también, volverá este 2010 a Buenos Aires y a El Ojo de Iberoamérica el festival que creció junto a su enorme carrera y se convertirá.
A continuación, las palabras de Raposo:
-¿Cuál es su balance personal de estos casi dos años en Europa? A ustedes les tocó bailar en un momento difícil de la publicidad española...
-En enero cumplimos dos años y hasta ahora creo que la experiencia y el aprendizaje es lo más importante. Como experiencia profesional y personal, vivir en otro continente, con otros códigos, alegrías y tristezas y el intercambiar con otra gente, conocer gente nueva y nutrirse de todo eso. Creo que fue muy difícil porque en el período de adaptación, todos en el país se estaban adaptando a una nueva situación. A la vez, esto nos vino bien en algún punto porque ya que cambiábamos, cambiábamos todo. La experiencia, el resultado, fue muy positivo, muy agotador, pero en todo creo que superó las expectativas en cuanto a resultados y la experiencia fue increíble.
-¿Cómo fue la respuesta con los clientes? ¿Le preguntaban por su experiencia con la crisis de 2001 en Argentina para sortear el difícil momento en España?
-Creo que hay cosas que no se pueden comparar y otras que sí. Lo importante para este trabajo es cómo se siente la gente, y creo que eso sí se puede comparar. Más allá del tamaño de los mercados y de la idiosincrasia, cuando alguien se queda sin empleo, el sentimiento es similar en China, Argentina y en España. Eso sí sirve para tener foco en esto, conocer al tipo al que le estás hablando ahora. También como experiencia de marketing, de lo que le sirve a una marca o no en crisis o los errores que se pueden cometer o no. Igual, si hubiera un librito que dijera qué hacer, no existiría la crisis. También es otra época, otra edad de país, otra historia y otra economía, pero sí sirve en cuanto a la llegada al consumidor y para conocer a quien tenés en frente. Respecto al cliente, como en todos lados, algunos mejor y otros peor, pero siempre tuvimos un buen recibimiento y mucho respeto.
-¿Cree que para el consumidor esta crisis trajo cambios en su pensamiento, comportamiento y en su relación con las marcas?
-Sí. En realidad, acá hubo un buen trabajo de marcas en general. Creo que es el mejor país en Iberoamérica en cuanto a branding. Hay marcas que son muy potentes y son potentes en todo el mundo, son ejemplos para mirar. Que haya desde Banco Santander, Telefónica hasta Zara, Chupa Chups o Repsol, habla de marcas que son fuertes y líderes. Después, las ejecuciones pueden ser mejores o peores, pero el consumidor español está acostumbrado a marcas que llevan tiempo, son líderes y fuertes y acá fue una oportunidad de cambiar un poco los liderazgos. No porque se caigan los liderazgos, sino porque se vio la otra cara de la moneda y eso creo que nos viene bien a todos como mercado. No hay que estar acostumbrado a que la gente te consuma porque te tiene que consumir, sino ganártelo, seducirlo en cada momento y este es un año en el que va a haber que seducir mucho a la gente para que te consuma. Por otro lado, hay una conexión emocional diferente. Por ejemplo, en Argentina, lo difícil es pedirle la moneda a la gente, al consumidor, pero que quiera a una marca es muy común. Hay muchas marcas muy metidas en el corazón de la gente. Acá teóricamente fue al revés, la moneda te la dan más fácil, pero el afecto no tanto. Y también es interesante ese punto de vista, cómo ganarse el afecto, cómo estar en el corazón de la gente independientemente de que sea tu consumidor o no, que hoy consuma tu marca y otra marca al mismo tiempo.
-¿Ustedes consideran que lograron hacer cambios en ese sentido?
-Nuestro trabajo suele ser muy institucional, entonces creo que en algunos casos hemos colaborado con eso, en hacer un trabajo más de marcas, y que tenga una coherencia en un plazo de tiempo. No inventamos la fórmula, ni creo que hayamos colaborado estrictamente en eso, pero sí nos gusta trabajar con marcas institucionalmente a mediano o largo plazo, independientemente de que haya que vender una oferta.
-¿Cómo es el consumidor hoy?
-Creo que tiene más libertad de elección y eso me parece positivo y genera un cambio en nosotros porque nadie lo tiene controlado, no hay alguien que pueda acorralar al consumidor. Después, en el resto no creo que haya cambiado mucho en cuanto a lo que le cuesta ganar el dinero y en cuanto a lo que piensa a la hora de gastarlo y en cuanto a que al consumir publicidad, sea de la forma que sea y en el medio que sea, está la necesidad de entretenerse y que la publicidad pasa a formar parte de la industria del entretenimiento de la economía.