Un hombre recorre un pasillo con pistola en mano, apuntando de lleno al televidente. De pronto, una mano aparece y apaga de golpe el televisor. La mano del asesino cae al suelo, traspasó la pantalla, pero por fortuna, no llegó a mayores. Sencillamente, excepcional.
Cabe destacar, las gráficas de esta campaña para medios escritos. Como olvidar, la imagen de la niña que le ordena con su mano al robot que salga de su pieza y vuelva al televisor. Mezcla de creatividad y experiencia propia de Lobo Comunicaciones.