La escritora investiga con rigor, pero también con encanto, partiendo de una afirmación: las redes sociales no son usadas, las redes usan, tienen sus propias lógicas y necesidades y es por eso que resulta trascendental preguntarse cuántas de estas necesidades y lógicas se combinan con las nuestras y cuáles nos perjudican.
En el libro, Moyano discute qué son las redes sociales y que no hacen, qué son las plataformas digitales y cómo nos influencian, y qué implica la posibilidad de estar desconectado de este mundo.
“¿No es rarísimo que hayamos permitido un experimento social a gran escala (probablemente el experimento social más grande de la humanidad) y más de cuatro mil millones de personas nos entreguemos a probar qué ocurre si pasamos nuestra vida social a un sistema de plataformas online?”, pregunta la escritora, que también cuestiona si nos es nocivo estar permanentemente conectado en redes de mensajes, como el WhatsApp.
No todas las respuestas son fáciles.