Como buena publicista, pasé muchos años pensando que los únicos lugares para desarrollarme profesionalmente eran las agencias creativas, centrales de medios, productoras audiovisuales, algún departamento de marketing o publicidad del lado del cliente. No sé en qué momento me vi declinado una oferta sólida, en una agencia estable, algo que sabía hacer de memoria, para aventurarme en un mundo diferente. Estaba aterrada y sentía que otra vez; ¡¡no sabía nada!! Un nuevo comienzo, arriba de los 30. La curiosidad ganó. Y todo el know-how publicitario en lugar de perderse se fue capitalizando en cada nuevo proyecto.
Si hay una industria que en tiempo record supo desplomarse para a igual velocidad reinventarse, es la de la música. Hoy las plataformas de música digital son la radio de antaño y los discos viven en nuestros celulares. Estamos ante una nueva era, que se redefine día a día.? Pasamos de Tower Records como punto de encuentro teen a Spotify saliendo a la bolsa. El debate por la continuidad de los discos físicos, cuando hace pocos meses Best Buy anunció que dejaría de comercializarlos. Players nuevos, otros que mutan, el intento de YouTube con YouTube Music, Amazon a punto de desembarcar en Latinoamérica.
Este escenario representa un desafío enorme para las áreas de marketing de las discográficas y agregadoras de música digital. Nuestra responsabilidad sigue siendo no perder de vista el talento como moneda de cambio, ser los mejores puentes posibles entre el artista y el mundo. El mercado hoy nos necesita más flexibles, rápidos y creativos, que nunca.
De la primera banda con la que trabajé, me impresionó su convicción. Si ellos podían contra todo, entonces yo también. Sorteamos victoriosos la guerra fría entre Apple Music y Spotify. Hicimos dos campañas con Apple Music, un disco que fue un viaje único, invadimos las calles de México, un hermoso Vive Latino y un gran comeback a Spotify rompiendo listas.
Los Bandalos Chinos me enseñan a amar más y mejor; “todo con amor”. Nuestro primer disco juntos es uno de los lanzamientos más redondos y congruentes que hicimos. ¡Y apenas estamos empezando!? Haydée Milanés me ayudó a conocer la certeza de una causa y trabajar por ella con el ejemplo: Cuba sin bloqueos ni extremismos.
De El Instituto Mexicano del Sonido donde Camilo Lara se planta en el escenario y se anima a experimentar sin miedo, aprendí que volver a empezar una y otra vez es lo más lindo que nos puede pasar.
Nuestros artistas me inspiran y me enseñan todos los días. Me retan a ser mejor persona y mejor profesional. Ayudando a cumplir sus sueños, en esta vorágine; encontré mi lugar en el mundo. De verdad que suceden cosas fascinantes cuando nos animamos a dejar nuestra zona de confort.
¿Mi futuro en la industria de la música? Como dice Bowie; “No sé a dónde iré desde acá, pero te prometo que no será aburrido”.