-Usted lleva muchos años en el mundo creativo. ¿Qué lo condujo a dedicarse a la publicidad?

-Fue suerte. Tenía una universidad que quedaba al lado de mi casa. Me pareció interesante y me inscribí. Agradezco que no fuera una escuela de leyes. Al parecer, mirar ese lugar fue la primera buena idea.

-¿Cómo evalúa el presente de la creatividad chilena y cómo está en comparación con el resto de la Región?

-La creatividad chilena tiene que despegar más. Nos estamos quedando un poco atrás con respecto a la Región. Para eso necesitamos más actores que estén dispuestos hacer un mejor trabajo. Mientras más agencias lo hagan, más competitivo se va a poner y mejores resultados vamos a tener como país. Hay que hacer que la creatividad sea el foco del negocio: creerle, aplaudirla y celebrarla.

-En 2011, junto a Francisco Cavada, tomó la responsabilidad de la Dirección General Creativa de Y&R Santiago. ¿Cómo han sido estos años en retrospectiva? ¿Ha cumplido con sus expectativas?

-Han sido años muy buenos. Es emotivo mirar hacia atrás y descubrir todo lo que hemos hecho. Agarramos una agencia en el suelo y la levantamos, llegando a ser una de las mejores de Latinoamérica, poniendo la bandera chilena en la discusión. Estamos muy orgullosos de eso y de los creativos que han salido de acá. Y&R es un semillero de grandes creativos que se destacan en diversas agencias del mundo y en importantes agencias del país.

-Según Emarketer, se estima que para el próximo año la inversión en publicidad digital será de 210 millones de dólares. ¿Cómo considera que esto repercutirá en la industria creativa chilena?

-La inversión digital tiene que venir acompañada con los mejores fees para las agencias. No hay una buena proporción en lo que un cliente invierte en medios digitales y lo que les paga a las agencias. La sensación que me da es que quieren todo por poco. El valor de una idea no tiene porqué variar por el medio. Los clientes tienen que entender los procesos creativos e invertir en buenos equipos para sus marcas. Esa es la única manera de hacer un buen trabajo, más allá de la inversión.

-Según ha declarado, “el 80 % de las ideas digitales mueren en la implementación”. ¿Qué hace falta para que este número disminuya?

-Siempre he dicho que cualquier persona puede tener una buena idea. Lo difícil es el desarrollo y la implementación, eso es lo que diferencia una buena idea de una genial. En la implementación nos jugamos la idea. Tiene que estar bien contada, de una manera inteligente, siempre poniendo al consumidor como objetivo principal. Muchas veces, estos factores cambian de rumbo en la implementación o por el valor de producción que estas ideas tienen o, a veces, sufren.

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