En España, más de 37.000 personas sufren sinhogarismo. Hogar Sí lleva años luchando contra esta situación que cada vez padecen más personas en ese país.
Tras la campaña “La Otra Casa de Papel”, publicada en 2021 aprovechando el final de la famosísima serie española, Hogar Sí vuelve a confiar un año más en la agencia Maart para lanzar su nueva campaña "DECORAZÓN", un e-commerce de decoración para las personas en situación de sinhogarismo.
Mucho más que una campaña de comunicación y que una tienda, "DECORAZÓN" es una propuesta que, contrastando con esta época de consumismo que comienza con el Black Friday, Ciber Monday y Giving Tuesday, y que se desarrolla durante todas las fiestas navideñas hasta las rebajas, pretende dar una alternativa al consumo desmedido, ayudando además a contribuir con el fin del sinhogarismo: los productos de esta tienda (un felpudo que da la bienvenida, una puerta tras la que refugiarse o una silla sobre la que descansar…) son objetos cotidianos que, por un precio simbólico, constituyen donativos para apoyar la causa.
La campaña será difundida a lo largo de este final de año y principio del que viene, a través de un spot para digital, el desarrollo de un e-commerce, gráficas para exterior, acciones de social media y diferentes activaciones con otras marcas que pronto se irán desvelando.
Esta alternativa solidaria, surge en un momento crucial para la causa de sinhogarismo, ya que el INE acaba de publicar los datos actualizados, tras una década de espera, de la encuesta de personas sin hogar. Estos datos manifiestan la constante crecida del fenómeno y solo se reflejan las personas que acuden a centros de asistencia, por lo que se calcula que las cifras son superiores en un 30%.
Desde Hogar Sí consideran que es el momento de solicitar el apoyo de toda la ciudadaníapara poder apostar por soluciones que contribuyan a que nadie viva en la calle. Tal y como apunta Gema Castilla, directora de comunicación y relaciones institucionales: “Con esta campaña queremos desmontar los prejuicios que existen en nuestra sociedad en torno al sinhogarismo, que estigmatizan y responsabilizan a las personas que lo sufren y no nos dejan ver el verdadero problema estructural que supone la violación del derecho humano a la vivienda, ofreciendo la posibilidad de colaborar económicamente para colaborar con la solución”.