La decisión de tomar la imagen de la cantante pop como modelo de la lujosa firma de carteras y accesorios fue del diseñador Marc Jacobs.
Las fotos fueron tomadas por el prestigioso fotógrafo de modas Steven Meisel, quie optó por un escenario bien retro en tono sepia, que hace alusión al clásico café de París en los años cuarenta, con barra de zinc, butacas y el aire lleno de humo. Ella como siempre luce muy sensual, con polleras muy cortas que dejan al descubierto sus musculosas piernas.
"Yo quería que la campaña fuera audaz, muy sensual y muy atmosférica. Para lograr todas estas referencias y toda esta sofisticación, necesitábamos a la máxima artista, y para mí esa persona es Madonna", afirmó a la prensa Jacobs.