Durante 126 años Quilmes ha tenido el mismo propósito: ser la mejor cerveza que la mayor cantidad de gente pueda disfrutar.
Fue, es y será una cerveza de raíz popular. Es parte de esas cosas que trascienden la moda y se convierten en un clásico. Cosas que están buenas, que nos generan orgullo y que valen la pena ser celebradas. Quilmes es parte de esos placeres cotidianos a los que todos podemos acceder pero que, a veces, uno se acostumbra y se olvida de su verdadero valor.
En este nuevo comercial, Quilmes cuenta como algo que parece simple y pequeño puede ser realmente glorioso. Y lo hace a lo grande, o mejor dicho, a lo Quilmes.
Protagonizada por Ricardo Darín y dirigida por Armando Bo, esta pieza cuenta como el actor más famoso, reconocido y admirado de la Argentina desea, al menos por un momento, volver a ser ese tipo normal que hacía cosas de tipo normal cuando nadie lo conocía. Cosas como tomarse una Quilmes con una porción de muzza de dorapa en Güerrín.