-¿Qué fue lo que le atrajo de la propuesta de ser CCO de VMLY&R España?

-Muchas cosas. Para empezar, hay dos grandes agencias en Madrid y Barcelona. Grandes clientes como Danone y Telefónica; y nuevas marcas como Tinder y Glovo. Hay muchas oportunidades para hacer un trabajo creativo y fresco, pero también cosas sólidas de marca. Además, siempre he admirado la publicidad española y quiero ser parte de ella. Destaco también la forma latina, las ganas de hacer y la pasión por el oficio. Es el mismo estilo brasileño y me siento en casa. Por último, quiero seguir evolucionando en una red que tiene la innovación en su core y trabajar con personas que admiro, tanto profesional como personalmente. Con Jaime Mandelbaum como jefe, es más fácil asumir un desafío de este tamaño. 

-¿Cómo encontró a las agencias?

-Son dos agencias muy diferentes, con sus propias culturas, pero ambas trabajando muy bien y organizadas. Tienen social y contenido fuertes, un área de innovación que abre caminos inesperados y un área de diseño muy grande. Sumando las dos agencias, son alrededor de 80 creativos. 

-¿Incorporará profesionales a su equipo?

-Por ahora no, es un momento controlar los costos. Para ser honesto, nunca fui de llegar y empezar a cambiar el equipo. Cada líder tiene un estilo. Prefiero llegar, evaluar, identificar lo que cada uno tiene mejor y potenciar eso. Por supuesto, tuve la suerte de llegar a un lugar que ya tiene creativos que yo contrataría. Hay uno u otro skill que creo que falta, pero más adelante vemos. 

-¿Cómo se define como líder?

-Me gusta la gente. Y quiero ayudar a las personas que trabajan conmigo a ser felices y, al mismo tiempo, a realizar trabajos que les envidien. Trato de respetar el estilo de cada uno, en lugar de imponer mi forma de hacer. Si el trabajo es nuevo y tiene el potencial de hacer ruido, eso es lo que importa. 

-¿Cuáles son las metas que se estableció?

-Es una buena pregunta. Llegué a Madrid diez días antes de que comenzara la cuarentena. Los objetivos que me había fijado hace dos meses han cambiado. En el corto y mediano plazo, mi meta es ayudar a nuestros clientes a enfrentar este momento, manteniendo la cultura, para que sigan siendo relevantes y hagan lo mejor que puedan. Y también ayudar a la agencia a mantenerse financieramente saludable, cuidando a nuestra gente. Sumado a eso, quiero integrar más a las dos agencias, y curiosamente el home office está ayudando. Quedó claro que la distancia ya no es una excusa. Vamos a elevar el nivel creativo de todo lo que hacemos. Quiero trabajos que emocionen, que movilicen a la gente, que se hagan famosos y que hagan famosos a nuestros clientes.

-¿Cómo están trabajando en este momento, en pleno confinamiento?

-Sorprendentemente bien, todos tienen el privilegio de trabajar online. Por otro lado, trabajando muchas más horas. Tenemos que tener cuidado con los excesos porque los límites entre la vida personal y profesional, el trabajo y el hogar no están existiendo. Las videoconferencias hacen que todo sea un poco más lento, uno está de call en call. Mi perspectiva para estas semanas es "killer ideas that don’t kill creatives". 

-¿Qué desafíos considera que tiene la industria creativa, cuando pase la pandemia?

-Otra buena pregunta. No soy un gurú y no creo en los gurús. No tengo idea. Pero, la crisis económica ya está allí, y tendremos que vencerla. En cierto modo, como creativo, creo que volveremos un poco a la esencia de nuestra profesión, que es la búsqueda por la pureza, por la potencia y por la simplicidad de una idea.