La marca corporativa por muchos años dejó que hablaran sus ramas y eso funcionaba bien hasta hace un tiempo. Como todo en la vida, finalmente todo converge hacia la raíz, base del propósito de una compañía que es atractiva.
Con la globalización, la pandemia y el cambio de muchos paradigmas cada vez más veloces, la tarea de posicionar la marca corporativa se hizo una necesidad. El consumidor cambió y exige mucho más. Las decisiones ahora están muy alineadas a sus creencias y valores, prefiriendo aquellas marcas que son afines a sus motivos.
El desafío para las marcas empleadoras es que primero las reconozcan, que sepan de qué se trata pertenecer a la compañía, transmitir el ADN y finalmente la cultura. Y para eso, en Benaprés y Lyon tenemos un servicio especializado en marca empleadora (Employer Branding), que pone el foco precisamente en eso. En posicionar la marca corporativa en nuestro país, con toda la experiencia que tenemos como grupo y hacerlo desde el propósito más genuino que quieren los líderes.
Algunas de las tendencias de hoy, sobre todo en las empresas de servicios, es cumplir. Muchas veces la mejor promesa, es la que uno hace sabiendo que puede cumplir. Parece simple, pero no lo es.
Nuestra experiencia liderando servicios para marcas empleadoras es potenciarlas y uno de los desafíos de hoy tiene que ver con atraer talento y mantenerlo. Muchos de ellos salen de la universidad y prefieren trabajar en empresas reconocidas: Amazon, AB InBev, Google, Mach, etc. Son empresas atractivas que lograron posicionarse con el centro en las personas.
Pasa lo mismo con las empresas tradicionales que tienen que lidiar con aquellas que han incorporado o incluso nacido con o desde la tecnología. Se suma una competencia adicional para seducir y captar a los jóvenes, que vienen con deseos de ser parte de un modelo de empresa renovado y ágil.
Ejemplos hay miles, lo importante es que captamos hace un tiempo que existía esa brecha y que podíamos darles valor a las marcas corporativas desconocidas o que estaban en las sombras de las productivas.
Nos especializamos en poder exportar el propósito de las empresas a nivel corporativo para atraer nuevos talentos y que se reconozcan las marcas junto al holding. El cómo hacer para que una persona trabaje con nosotros y no se vaya al lado que parece más atractivo es un lindo desafío. Porque el talento no se atrapa, no se mantiene. Se renueva, se motiva y se transforma.
Lo importante es trabajar desde adentro, sabiendo que existe una crisis de confianza muy grande en las empresas a raíz de los problemas comunicacionales, políticos, económicos, y paradigmas de generaciones sabias pero distantes del talento. Esto se puede dar vuelta desde el propósito, no como una mera declaración de intenciones o de marketing, sino desde una relación virtuosa entre persona, empresa y trayecto común.
Hablar desde la transparencia, con lo bueno y lo malo es clave. Mejorar y aclarar los procesos internos desde la cultura organizacional, pasando por la preocupación de los colaboradores hasta una política sustentable que sea consciente del medioambiente, son algunos ejemplos que dan valor al propósito empresarial.
Como decía antes, las hojas hablaban del árbol y hoy es necesario volver a la raíz, que sea un todo, el mensaje es: las empresas las hacen las personas y si quieres a los mejores debes ser atractivo para ellos. Para tener éxito hoy, es necesario entender qué busca el talento que nació el año 2.000, ese que hoy tiene 22 años, no lo olviden.
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