Con el apoyo de empresas de PR y tecnología internacionales, la creatividad de Pérez Pallares sobrepasó las fronteras de la tecnología y de la innovación. Con el objetivo de difundir la marca en los mercados internacionales, Maria São Paulo creó um aplicativo, el DJ-51, que ofrece la mezcla perfecta de canciones. Conecta cuentas en Spotify y crea una playlist colectiva con base en la geolocalización de los usuarios.
LatinSpots entrevistó en exclusiva a Pérez Pallares quien habló sobre el desarrollo de la campaña, sus objetivos y los resultados obtenidos.
-¿Cómo se dio el proceso de elaboración de la campaña para 51 desde su briefing hasta la entrega final?
-El brief era lanzar la marca a nivel internacional. Cachaça 51 es la marca líder en Brasil y a pesar de venderse en muchas partes del mundo, la marca no es muy conocida. El desafío no es menor, ya que se compite con marcas muy grandes y con grandes presupuestos globales, por lo que la decisión fue desarrollar un producto relevante para las personas y no sólo una campaña. La entrega final fue eso. Logramos crear un nuevo concepto de redes sociales basado en geolocalización, dándole importancia al espacio físico, al contacto entre personas, algo que es natural en el mundo del producto. Compartir un trago con los amigos, solo es posible en los mismos espacios donde DJ 51 funciona: casas, bares, fiestas o cualquier reunión.
-¿Cuáles son las acciones y medios que se usarán en esta campaña?
-Al ser una campaña global donde hay una relación fuerte entre el mundo digital y la música, decidimos lanzarla en SWSX, un lugar donde está presente nuestro target global. Pusimos un stand en el evento y, además, hicimos una fiesta en el museo de arte contemporáneo de Austin, donde tuvimos hasta tres cuadras con gente que quería vivir esta nueva experiencia social de que el DJ sean los gustos comunes de las personas en un lugar físico, y sin un DJ tradicional. Luego lanzamos en Santiago de Chile, con una fiesta también muy buena. Y luego estamos con un Stand en Nueva York, en el festival North Side, y una fiesta. Y vienen otras ciudades en otros continentes. Además estamos trabajando con un grupo de PR y influenciadores en Nueva York, SmallGirls Pr, que nos están ayudando a entrar a diversas comunidades al rededor del mundo.
-¿Cuáles fueron sus mayores desafíos?
-Trabajamos con el cliente muy de la mano, y la verdad fue un proceso de equipo. Fuimos cambiando muchas cosas en el camino, pero la naturaleza de la idea nos fue enfocando cada vez más. El desafío principal fue el desarrollo en poco tiempo. Todo el trabajo se hizo en Nueva York, con un equipo que armé con un ex colega Ecuatoriano, Jorge Proaño, y un grupo de personas de multinacionalidades que reunimos en Nueva York. Invitamos al cliente al lanzamiento de SWSX y a Santiago, y pudo entender en vivo todo lo que le habíamos presentado en la estrategia. Pudo vivirlo y quedó muy motivado con la increíble aceptación que ha tenido DJ 51. El día que lanzamos en Chile tuvimos 2.500 cuartos creados en el mundo utilizando la aplicación, desde lugares cómo Yemen hasta Nueva York, con más de 300 mil canciones mezcladas sólo ese día.
-¿Qué rol considera que debe tener la tecnología dentro del proceso creativo?
-La idea partió como una idea tecnológica. Partimos con la idea de un playlist común y lo llevamos a una micro red social, donde la gente comparte música en un Room que crea en un espacio físico, y la gente a su alrededor se conecta automáticamente. Esta es una idea de micro red social en off, es decir, donde la gente no tiene que estar pegada en su teléfono como Facebook u otras redes, sino dejar que el aplicativo mezcle la música en común de las personas que están cerca físicamente. El proceso creativo nació y giró siempre entorno a la tecnología, pero como ésta nos conecta pero no nos hace dependientes, no queremos que las personas pasen mirando su teléfono. Queremos que la tecnología nos sirva para ser menos pendientes de ella. Creemos en la tecnología en off, en la libertad de los aparatos y las redes sociales.