En un contexto global donde la cultura se encuentra dominada por narrativas homogéneas, el cine argentino se erige como un faro de diversidad. Desde el reconocimiento de la identidad cultural hasta la defensa de los derechos humanos, las películas argentinas son un reflejo fiel de las luchas por la justicia social, la igualdad de género y la diversidad. Este arte se convierte en un escenario donde se visibilizan las historias de los pueblos originarios, las comunidades marginalizadas y los movimientos sociales, ofreciendo representaciones auténticas que fomentan el diálogo y la empatía.
La riqueza del cine argentino radica en su capacidad de cuestionar el status quo. Además, el cine argentino es un espacio de creación inclusivo y colaborativo. Autores, guionistas, directores y actores de diversos trasfondos han aportado su visión a una cinematografía que celebra la pluralidad.
En un contexto en que el cine argentino enfrenta desafíos significativos, en especial el desfinanciamiento y la falta de apoyo institucional por parte del actual gobierno se entregaron los premios Premios Martín Fierro de Cine y Series 2024 donde se puso de manifiesto la defensa del INCAA (Instituto Nacional de Cine y Artes Audiovisuales) y de la inversión pública en la cultura que no es solo una lucha por la supervivencia de la industria, sino por la continuidad de un espacio donde las ideas puedan seguir evolucionando y desafiando las normas establecidas.
Las demandas a la industria y la defensa del INCAA, así como la oposición a los ataques a la cultura y al desfinanciamiento del sector impulsado por el Gobierno, se hicieron notar durante la ceremonia, así como un fuerte apoyo a la universidad pública, lo que provocó una ovación entre los artistas presentes.
Antes de que comenzara el evento, varios actores y actrices desplegaron una bandera argentina en la entrada de la Usina del Arte, lugar donde se llevó a cabo la entrega, en la que se leía: “Cine argentino, identidad y memoria”. Entre ellos estaban Leonardo Sbaraglia, Mercedes Morán y Pablo Rago.
Uno de los momentos más emotivos de la noche fue el homenaje al actor Norman Briski, quien recibió un premio en reconocimiento a su extensa trayectoria. “La ficción es una radiografía de la realidad. Nos están robando la ficción. Está en la (Casa) Rosada la ficción”, declaró con pasión.
En su discurso, Briski defendió la industria cinematográfica argentina rindiendo homenaje a “los héroes del cine” y recordando figuras como Pino Solanas, Hugo del Carril, Eva Perón, Norma Pla y Nora Cortiñas. “Deberíamos estar al lado de todas las luchas”, afirmó, concluyendo con un llamado a la acción: “Las inversiones surgirán de la rebeldía o seremos nada”.
Otro momento destacado ocurrió cuando los guionistas de la película “Puan”, María Alché y Benjamín Naishtat, recibieron el Martín Fierro al mejor guion. Entre los galardonados estuvo Ricardo Manetti, decano de la Facultad de Filosofía y Letras de la UBA, quien fue invitados por los guionistas a decir unas palabras cediendo su lugar.
“Nuestras universidades atraviesan una situación crítica debido al ajuste presupuestario y al desfinanciamiento que está llevando a cabo este Gobierno”, denunció, al tiempo que resaltó los “ataques” dirigidos a profesores y estudiantes. Hizo un llamado a resistir la desaparición de la universidad pública y exigió el mantenimiento de la autonomía universitaria.
“Viva la universidad pública, viva el cine argentino y viva el Estado nacional”, proclamó y subrayó la importancia del “legítimo reclamo de las universidades nacionales para funcionar en condiciones dignas”, y varios ganadores que pasaron por el micrófono realizaron declaraciones similares.
Natalia Oreiro, al recibir el premio a la Mejor Actriz por su actuación en “Iosi, el espía arrepentido”, afirmó: "Queremos educación, queremos trabajo, queremos salud y, por supuesto, también queremos cultura", enfatizando que solo quienes "piensan de forma individual" no creen que "la salida es colectiva".
Leonardo Sbaraglia también se unió a las expresiones de apoyo y reflexionó sobre la situación. “Cada uno tiene derecho a expresarse; podemos estar de acuerdo o no, pero aquí estamos”, señaló, destacando que la defensa del espectáculo también es la defensa del público. "Ojalá que el próximo año tengamos películas; no es una ironía, pero actualmente no tenemos mucho diálogo con el INCAA, y espero que se resuelva el tema de la educación pública y se aumente ese presupuesto que se quiere recortar”, agregó.
Incluso Mirtha Legrand, la actriz y conductora que tiene más de 90 años, hizo escuchar su reclamo, instando a no cerrar el INCAA: “Por favor, no cierren el INCAA”, comenzó su discurso. “El cine argentino es el más importante de habla hispana, así que hay que sostenerlo”, insistió.
La primera actriz Graciela Borges también pronunció sus palabras, pidiendo que “no nos digan cómo hacer cine. Sabemos hacer cine”, refiriéndose a las directrices comerciales impuestas por algunos funcionarios del Gobierno que justifican la financiación de producciones nacionales.
“Luchamos mucho por el cine, con garra, corazón y nervios”, afirmó Borges, pidiendo que “no bajemos los brazos” y enfatizando: “Que nos dejen hacer cine, que nos apoyen y nos permitan contar nuestras historias”.
FOTO: Los guionistas María Alché y Benjamín Naishtat junto a Ricardo Manetti decano de la Facultad de Filosofía y Letras de la UBA.
+ Info de la película Puan en: www.instagram.com/puan.pelicula
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