-¿En qué se inspiraron a la hora de crear esta emotiva pieza para Nido?
-Nido ya es una herencia cultural que atraviesa varias generaciones y es por eso que junto a Nestlé nos propusimos todos los años dejar una herencia desde la marca para las madres en su día. Eso inspiró el caso de estacionamientos del año pasado. Y es lo que buscamos también este año, pero esta vez fuimos a la base, a la forma más simple y emotiva que tienen los niños para expresar el amor por su mamá, los dibujos. Y queríamos demostrar e inspirar a que todas las madres pueden y deben tener el suyo.
-¿Cómo surgió la idea del comercial y cómo la fueron desarrollando?
-Más que un comercial, es una historia absolutamente real, no hay actores, es la mamá y su hijo. Y como decíamos antes, la idea surgió de una búsqueda de dejar algo concreto a las mamás. Más allá de un simple saludo, un homenaje más profundo. Detrás hay un equipo grande y además un gran trabajo de producción, ya que es una tecnología muy reciente en Chile, que como vemos está revolucionando grandes industrias pero también nos permite hacer cosas tan simples como esta. Y todo se hace mucho más fácil porque todos los años hay, obviamente, un gran aporte desde la marca que cree en este tipo de acciones y nos alienta permanentemente a buscar nuevas formas de comunicarnos con las mamás Nido.