De acuerdo con un comunicado de Craft Londres, el objetivo fue capturar momentos genuinos y emotivos de la niñez con una gama de juguetes Fishe-Price destinados a desarrollar las habilidades motoras de los niños.

Sergio López, Jefe de Producción de Craft, dijo: “Somos parte del proceso creativo desde el inicio. El brief nos dio mucha libertad pero era importante mantenerse fieles a la marca”. Y añadió que el desafío más grande era eliminar la distancia entre un brief ambicioso y la logística.

“Los costos de filmar a niños en diferentes locaciones durante tres semanas era astronómicos. Al final, nos dimos cuenta de que la mejor solución era la más simple”, describió López.

Pero no dejaron todo librado al azar, le dieron a los padres algunas guías e instrucciones para mantener cierto tipo de coherencia y consistencia visual dentro de sus videos home-made. Y no solo eso, también probaron distintas cámaras hasta encontrar la que cumplía todos los requisitos técnicos.

“Era clave para el proyecto que los niños fueran espontáneos y que sus padres pudieran enfocarse en capturar los momentos correctos. Es por eso que decidimos filmar el comercial con iPhones”, destacó López.

El resultado fueron 150 horas de video y más de 400 archivos de las familias que habían decidido participar, los cuales fueron editados in-house por parte de Craft Londres. Se arriesgaron a trabajar en un ambiente en el que no podían controlar todas las variables de la producción, pero los padres siguieron las recomendaciones a la perfección.