Al parecer, tratan de usar el propio producto, su aroma en forma de humo, como nuevo medio publicitario. Esto podría considerarse como un nuevo soporte, calificarse como marketing sensorial o como smokevertising, pero viendo los resultados finales yo no emplearía mucho tiempo en buscarle un nombre a algo que no va a trascender demasiado. Lo cierto es que el resultado final, no es muy espectacular y queda incluso algo cutre. La tecnología debe ser similar a la que se utiliza para proyectar imágenes sobre cortinas de agua en fuentes preparadas para ello.
En todo caso, consigue un objetivo importante, que es generar notoriedad, no solo a nivel local (Puerto Rico) sino incluso a nivel internacional (vease este post como muestra). Además lo consigue sin crear polémicas, sin ofender a nadie y sin una gran inversión económica.
Fuente: OpenAds.