360, película que abarca todo el planeta y todos los idiomas, inglés, germano-vienés, francés, ruso, árabe, eslovaco y portugués brasilero, requería un reparto realmente internacional para dar vida a los protagonistas centrales. Los personajes y sus escenarios impulsan el relato de 360, y cada capítulo de la historia se alza en su propio derecho. Lo universal se vincula con cada uno de ellos, y el tema recurrente de toda la película es que tenemos acceso a ese momento fugaz en sus vidas sin conocer previamente a estas personas. Las decisiones que toman, ya sea para mejor o no, lleva a cada uno de ellos a ser redimido, de alguna manera, dentro de su propia historia.

Para el elenco, la idea de desarrollar un verdadero personaje tridimensional dentro de sus historias, las que podrían llevar adelante una película entera, cuando, en realidad, sólo constituye una pequeña parte de una pieza, no fue menor a la oportunidad de trabajar con Meirelles. Asimismo, esta gran posibilidad y saber que Fernando estaba desarrollando una obra inteligente escrita por Morgan fue, a la vez, una combinación emocionante y desafiante.

Meirelles es muy tranquilo, metódico y también colaborador en su forma de trabajar con los actores, a quienes les permite improvisar y experimentar, dentro de la estructura del guión. Su calidez genera un ambiente relajado en el set, donde el elenco siente que tiene la posibilidad de explorar y desarrollar plenamente sus personajes. Esto, junto con, por un lado, el guión de Morgan y las características de los personajes, cada uno elaborado de manera bien definida, y la estructura general fue muy atractivo para los actores. Todos ellos se reunieron con Fernando, y, en algunos casos, luego tuvieron que investigar el trasfondo de su tipo de personaje, y así cada actor creó una historia de fondo en sus mentes para dar vida a estas personas. Cada actor tenía pocos días en pantalla, por lo tanto, una vez que la cámara empezó a rodar, tuvieron una breve pero importante oportunidad para interpretar a protagonistas auténticos y, a su vez, realistas, y transmitir, en ese momento, la verdad emocional de sus personajes dentro del círculo de 360.

El catalizador de la cadena de historias y eventos que se desarrollan a partir del personaje de Jude Law, Michael Daly, toma la decisión de no seguir adelante con la historia con la prostituta Mirka. Sin embargo, fugazmente, desde ahí en adelante, las consecuencias de su elección se reflejan a lo largo de todas las historias que las relaciona o vincula de alguna manera.

Jude Law y Rachel Weisz interpretan al matrimonio de Michael y Rose Daly quienes aparentan ser dos personas hermosas que han trabajado duro para crear un hogar perfecto para su pequeña hija. Pero de alguna manera uno percibe que ya no hay buena comunicación entre ellos y que el afecto y la intimidad de su relación se ha evaporado.

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