Merci Buenos Aires está cumpliendo en mayo sus primeros dos años. Esto implica que la realidad de la agencia se ve inmersa en una coyuntura particular, la de una empresa joven que se encuentra en etapa de permanente crecimiento.
Hemos trabajamos mucho en la consolidación de los equipos de trabajo, el pulido de los procesos y el foco puesto en conservar y potenciar la cartera de clientes de la agencia. Una gran satisfacción fue el hecho de que el 100% de los clientes ganados durante el primer año ratificaron la confianza en la agencia.
En lo que respecta al producto creativo de la agencia, estamos permanentemente enfocados en mejorarlo día a día. Invertimos en mejores talentos, en mejorar los procesos y en crear un clima interno de trabajo que ayude a mejorar la calidad creativa. El mayor reto que tenemos es crecer en un mercado que se achica, mantener sanas nuestras finanzas dentro de un negocio en el que la rentabilidad se desploma, atraer talentos en una profesión que ha perdido su sexyness y buscar ser diferentes en un mercado que cada día se comoditiza más y más.
El consumo de productos y servicios (apalancado en las vertiginosas transformaciones tecnológicas) se encuentra en un proceso de mutación constante. Los clientes necesitan un partner que los ayude a comprender esas transformaciones y ofrezca soluciones de comunicación acordes a sus necesidades.
Por otro lado, las empresas tienen objetivos comerciales cada vez más exigentes, presupuestos que mucha veces no se encuentran acordes, y presiones internas que ponen a los marketers en posiciones muy estresantes. Las agencias deben saber acompañar a sus clientes en este proceso de lograr resultados sin morir en el intento.
A las agencias nos falta desacomplejarnos. Hoy la data, la programática y el contacto basado en preferencias son una gran ayuda para decir cosas que a una audiencia específica le sea relevante. A veces no vemos eso como parte del mix de medios sino como una ciencia que no entendemos y que nos genera incertidumbre. En el caso de Merci BA, lo hacemos simple: tenemos a quienes más saben para armar la pauta justa. El mensaje es lo mismo de siempre: una idea que atraiga y genere empatía, que construya un puente entre la gente y las marcas y que le aporte algo a esa elección cada vez más emocional.
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