Este año, la marca hace un viaje en el tiempo, explorando la nostalgia como diferenciador estratégico y reconectando al público con un pasado que inspira seguridad, familiaridad y buenas historias, siempre con la personalidad de Méqui.
La campaña revive estéticas, narrativas y formatos que marcaron generaciones, transitando por géneros que definieron la televisión entre los años 80, 90 y 2000. Talk Shows, sitcoms, infomerciales y clases de baile cobran nuevas versiones y se convierten en el escenario perfecto para presentar las ofertas del Méqui Friday. Cada pieza celebra un tipo de entretenimiento que quedó almacenado en la memoria colectiva y que ahora regresa reinterpretado, actualizado y completamente integrado al universo digital Méqui.
Un viaje en el tiempo guiado por los formatos que moldearon la cultura
La estrategia transforma Méqui Friday en una experiencia multipantalla. El universo retro aparece no sólo en la apariencia, sino en la forma en que se presenta cada oferta.
La programación del auditorio se reanuda con presentadores carismáticos, un público ruidoso y la euforia propia de las tardes de domingo. Las sitcoms recrean el ambiente familiar de los años 90 con humor ligero y escenas cotidianas que nos transportan a una época de sencillez. Las clases de baile revisitan la cultura pop de la década de 2000 con divertidas coreografías que enseñan cómo usar la aplicación. Los infomerciales regresan con su entusiasmo característico y su forma exagerada de anunciar “la oferta del momento” en una nueva forma digital.
Cada idioma transporta al espectador a una década diferente y al mismo tiempo refuerza que todas las ofertas tienen lugar hoy y están disponibles en la aplicación Méqui.
Cuando la nostalgia se convierte en confianza
Optar por la nostalgia es también una elección estratégica. En un escenario marcado por la desconfianza y la saturación de descuentos, revisitar elementos que marcaron épocas ayuda a recuperar una sensación de seguridad asociada a los “buenos viejos tiempos”. Ese vínculo emocional refuerza el valor percibido de las ofertas, que incluyen artículos icónicos a precios históricamente bajos, como Sundae por R$ 3,50, McOferta Clásica por R$ 19,90 y McFritas por R$ 5,90.
Al reconectar diferentes décadas en un lenguaje común, Méqui crea un territorio que une generaciones, diferencia la comunicación del Black Friday y refuerza su posicionamiento costo-beneficio, uno de los pilares más relevantes de la marca.
"Elegimos revisitar los años 80, 90 y 2000 porque contienen historias que conectan a diferentes generaciones. Y al reinterpretar estos formatos con la tecnología actual, creamos un Méqui Friday que tiene alma y propósito. Las ofertas nostálgicas del jueves refuerzan este gesto. No son solo descuentos, sino recuerdos de una época en la que todo parecía más simple. Es como si cada semana abriéramos una ventana al pasado, pero con la comodidad y la velocidad del ahora", dice Rodrigo Marangoni, Director Creativo Ejecutivo de Galeria.ag.
Pasado y presente caminando juntos en vivo el viernes de Méqui
Con una estética retro y una ejecución contemporánea, Méqui Friday 2025 demuestra que es posible combinar lo mejor de cada época en una experiencia integrada. Las películas, las imágenes, las publicaciones e incluso las mecánicas interactivas, como el contenido que se desconecta intencionalmente y las Promobombs inspiradas en flashes de televisión, crean una narrativa divertida e inmediatamente reconocible.
El viaje en el tiempo está en el contenido. El beneficio está ahora, en la app Méqui. Y el día del Méqui Friday, un super live nostálgico domina las redes sociales de la marca, con influencers interpretando estos lenguajes y lanzando Promobombs cada hora.