En los próximos días se entregarán los Premios Obrar 2022 – decimotercera edición – en Buenos Aires, reconociendo los mejores mensajes de impacto positivo en la sociedad realizados por empresas, instituciones, gobiernos, organizaciones de la sociedad civil y personas. Este certamen, organizado por el Consejo Publicitario Argentino, apunta a distinguir los mejores trabajos con el fin de alentar a que cada vez tengamos más y mejor comunicación de bien público en Argentina.
Este año hubo tres concursos: Obrar 13º a nivel nacional, Obrar Federal que promociona más y mejor comunicación de bien público en las provincias y Obrar Estudiantes que pretende dar una experiencia de la “vida real” a los jóvenes que están cursando carreras de publicidad y comunicación en las universidades y escuelas especializadas del país. Todos los años el Consejo ha ido rompiendo récords con las cantidades de casos inscriptos. Y eso significa que estamos teniendo cada vez más mensajes de impacto positivo en Argentina.
Soy gran creyente en la importancia de los premios de comunicación. Siempre he visto estos concursos como oportunidades de mejorar mi nivel profesional, viendo ideas y trabajos de otras agencias y organizaciones. Es cierto que, si ganás, todo tu equipo comparte una gran satisfacción, pero esa no es la principal razón por participar: aprender es el motivo.
Cuando inscribo un caso en un premio, mientras completo el formulario y armo los materiales que exponen la campaña, frecuentemente se me ocurren acciones adicionales que podríamos haber hecho… pero no las hicimos. En adelante, no olvidaremos de hacerlas en el futuro porque eso mejorará la calidad de nuestros nuevos trabajos.
Al ver otros postulantes y ganadores, nos nutrimos de ideas frescas y abordajes que tal vez son propios de un entorno distinto al nuestro, pero que podamos aprovechar para hacer algo diferente adaptado a nuestra realidad. Es cierto que los buenos creativos estudian el trabajo de los demás. Pero no “se copian”, sino que se inspiran para crear cosas originales y nuevas que son cada vez más efectivas en transmitir sus mensajes.
¿Estos concursos son competencias? Claramente que sí, pero prefiero llamarlas celebraciones en las que todos festejamos el trabajo de los demás. En los Premios Obrar, entonces, no estamos compitiendo contra otras causas, organizaciones o creativos. Un colega norteamericano lo expresa muy bien: “se trata de competir contra ti mismo. Se trata de auto-superación, de ser mejor hoy de lo que eras ayer”.
Sobre todo, en el ambiente de bien público, los Premios Obrar ponen en relieve comunicaciones que fomentan una sociedad más justa, equitativa y próspera, en un planeta saludable y sustentable. Que nuestra mundo sea mejor hoy de lo que era ayer. Es un orgullo estar involucrada con ellos.