Nasta ganó el San Francisco de Sales
La agencia paraguaya recibió el 24 de enero la mención por su campaña para la empresa Martel que es de diseño y confección de moda.
(14/02/02). Martel, empresa paraguaya de diseño y confección de moda, recibió el pasado 24 de enero de 2002 el premio San Francisco de Sales por la campaña elaborada por Publicitaria Nasta, “La honestidad de moda”.
La distinción fue otorgada por la Asociación de Comunicadores Católicos del Paraguay, en su segunda edición correspondiente al año 2001.
La elección de las piezas ganadoras estuvo a cargo de un selecto grupo de periodistas, en el día del patrono de los periodistas católicos.
La campaña publicita una de las líneas de remeras de Martel, que tiene la característica de tener inscripciones en el pecho. Estas inscripciones hacen alusión a una ideología a la que Martel apuntó desde sus inicios, y es sintetizada en el slogan: “La honestidad de moda.”
De esta manera, con un diseño simple, vemos textos como “No se puede vender la tierra por la que camina tu pueblo”, o “Los hechos no dejan de existir solo porque sean ignorados”, al que se agregan otros firmados por autores famosos de todos los tiempos como “Lo que no me mata me hace más fuerte” “F. Nietche”, o las recientemente incorporadas frases del escritor paraguayo Augusto Roa Bastos.
La campaña en sí consiste en piezas gráficas y un comercial de TV basados en el concepto de que “cada vez que te vestís tu ropa habla de vos”. Así, en prensa se pueden ver piezas de diseño simple, como el producto en sí, con un joven observando la ciudad en una actitud de revisión histórica, o una chica tapándose la boca con una cámara fotográfica y el texto “Sentir que no te escuchan no es motivo para dejar de hablar.”
En TV, el comercial muestra a un grupo de jóvenes corriendo por el centro de Asunción entre gente vestida de pijamas y camisones, y con los ojos tapados.
El equipo creativo de agencia estuvo integrado por Luis Galeano, José Bogado, Christian Alvarenga, Andrés Power y Charly Bordón. La producción fotográfica fue de Martín Crespo, y el comercial fue dirigido por Joel Cabrera.