A continuación, las palabras de Neil French: "Doce años atrás creo que era todavía el director creativo mundial de Ogilvy, y que estaba viviendo en Singapur. Ahora soy algo así como un consultor creativo de WPP y vivo principalmente en España. El mayor cambio que hubo en mi vida es que ahora soy un padre de tiempo completo para mi hijo de nueve años (¡quien está creciendo demasiado rápido para mi gusto!), y que no he escrito un aviso que no sea para los World Press Awards, en más de un año. Si bien mi visión de la publicidad como tal no ha cambiado en nada, soy capaz de ver la histeria alrededor de los “nuevos medios”. Algunos serán exitosos y sobrevivirán, y muchos no lo serán. La televisión es la especie más amenazada y la prensa seguirá siendo exitosa cuando sea vista por lo que es: menos para noticias y más para información y entretenimiento. La vía pública estará bien a menos que los “ecologistas” la condenen como una mancha en el paisaje. El mailing directo disminuirá, pero las ventas directas florecerán a través de otros medios de entrega. ¿Cuáles fueron las claves que me llevaron a donde estoy hoy? Dónde estoy hoy, ¡esa es la cuestión! Supongo que algunos principios fáciles se mantuvieron en el viaje a través de mi carrera. Cualquier cosa que hagas, hazla destacarse de las demás que están sobre la mesa; eso lo puedes lograr tanto susurrando como gritando. Trata a tu audiencia con respeto, y te respetarán a ti y a tu cliente. Recuerda que toda la publicidad es una imposición y una interrupción, estás entrando al espacio de otra persona, sin invitación. Estás robando su tiempo. Trabaja tu encanto y quizá hasta seas bienvenido. Ser divertido o al menos ingenioso ayuda, pero recuerda la primera regla de la comedia: Sé gracioso. No todo el mundo puede hacerlo, como solemos darnos cuenta cuando conocemos a una persona que se cree graciosa y es espectacular e irritantemente no-graciosa. Nunca contrates a un imbécil, no importa cuán grandiosa sea su reputación. Hay suficiente gente agradable que será mucho mejor para trabajar y no será una plaga en tus días. Como mi padre solía decir: “Siempre sé amable con el chico del ascensor, porque también tendrás que tomar ese ascensor para bajar”. No pases toda tu vida en la publicidad. Trata muchas cosas, porque en poco tiempo estarás muerto y dudo que el pensamiento de alguien muriendo sea: “me gustaría haber ganado otro león”. No te tomes a ti mismo o a tu trabajo demasiado seriamente. Es sólo maldita publicidad".